Editorial de Peninsular Punto Medio

Alejandro Martí, el empresario y activista que puso contra la pared al gobierno de Felipe Calderón, ha muerto. Tenía 73 años.

Todo mundo recuerda cuando reclamó a las autoridades tras la muerte de su hijo Fernando, que fue secuestrado en 2008: “Si no pueden, renuncien”, lanzó contra el gobierno de Felipe Calderón tras el asesinato de su hijo.

Eran los años más aciagos de esa administración federal, cuya política de seguridad estaba encabezada por el ahora convicto Genaro García Luna y Calderón Hinojosa había declarado la guerra al narco. Una guerra que varios años después sigue sangrando a México y sus habitantes.

En los últimos años el activismo de Martí, fundador de México SOS, había disminuido. Quizás por la edad o por alguna enfermedad, pero eso no significa que su esfuerzo sea olvidado.

Es por ello que las muestras de solidaridad se manifestaron en las redes sociales inmediatamente después que el excandidato presidencial José Antonio Meade dio a conocer la noticia en las redes sociales.

Fue el 21 de agosto de 2008, que el empresario fue invitado a formar parte de un Consejo Nacional de Seguridad que fue encabezado por Felipe Calderón y su gabinete de seguridad y al tomar la palabra, Alejandro Martí, con la voz entrecortada, se lanzó en contra de todas las autoridades presentes, entre ellas el mismo Calderón.

Aún con el recuerdo fresco del secuestro y asesinato de su hijo menor de edad, Fernando, el empresario demandó a Felipe Calderón y todas las autoridades presentes que se enfocaran en sus responsabilidades y lanzó la frase que lo marcó para el resto de su vida.