Editorial de Peninsular Punto Medio

Se puede decir que ya hay dos candidatos a gobernador en Yucatán para las elecciones del 2024: el panista Renán Barrera Concha y la emecista Vida Gómez Herrera, quien se registró el martes pasado en la Ciudad de México.

De Renán, quien ayer se registró en Mérida, como relatamos hoy en nuestro medio de comunicación, se puede decir que sale a la cabeza de la competencia, pero el caso de Vida más bien es una aspiración testimonial.

Todavía falta la definición del Coordinador o Coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación, en donde todo se definirá el 10 de noviembre, aunque ya se rumora que sólo hay dos aspirantes con las posibilidades de quedarse con el puesto, el exdelegado de la Secretaría del Bienestar, Joaquín Díaz Mena, y la senadora de la República, Verónica Camino Farjat.

En ese bando hay otros aspirantes, pero, creemos, sin muchas oportunidades de conseguir la estafeta.

Nos llama la atención que la palabra Transformación se ha vuelto parte del vocablo de los políticos, pero más de los aspirantes a cualquier cargo público. Ayer mismo Renán Barrera Concha la dijo en su discurso después de registrarse como aspirante a gobernador.

“En Yucatán somos el partido (PAN) del cambio, de la verdad esperanza y la verdadera transformación”, dijo ante la algarabía de los militantes que asistieron a la sede panista.

Como vemos las cosas, en el siguiente proceso electoral se tendrán tres candidatos al puesto de Gobernador de los partidos políticos, aunque se puede sumar un independiente, José Francisco Marrufo Matú, quien tiene el permiso del Instituto Electoral y Participación Ciudadana para conseguir las firmas ciudadanas.