Editorial de Peninsular Punto Medio

La verdad es que las conferencias Mañaneras del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador todos los días dan noticia.

Es por ello que se ha vuelto polémico que el mandatario federal haya expuesto en público el número celular de una reportera del New York Times, pues es una decisión que expone a la periodista a los ataques de los desquiciados mentales que andan en todos lados, bien de seguidores y opositores del tabasqueño.

Ayer el presidente volvió a la carga, porque le volvieron a preguntar, de que lo que hizo no es ilegal, inmoral o delito, pues dijo que está defendiendo la soberanía de México al que representa como titular del Ejecutivo Federal.

Y remató: “Además, la periodista tiene la opción de cambiar su número de celular”.

Claro que la tiene, pero ¿es necesario esa acción, cuando la autoridad debe evitar exponer sus datos personales?

Para López Obrador la justificación es la siguiente:

“Por encima de esa ley (INAI) está la autoridad moral, la autoridad política. Y yo represento a un país y represento a un pueblo que merece respeto, que no va a venir cualquiera —porque nosotros no somos delincuentes, tenemos autoridad moral— no va a venir cualquier gente que, porque es del New York Times y nos va a poner, nos va a sentar en el banquillo de los acusados. Eso era antes, cuando las autoridades en México permitían que los chantajearan; ahora no. Ahora nos tienen que respetar porque somos autoridad legal, legítimamente constituida, surgida de un movimiento democrático.

Y en México hay libertades, que no las hay en Estados Unidos, ¿eh? Si por eso dije ayer, porque ahí está el caso de Assange. ¿Qué han dicho ustedes, por ejemplo, del caso de Assange?”.

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