Editorial de Peninsular Punto Medio

La inauguración del Gran Museo de Chichén Itzá nos dio la oportunidad de ver, una vez más, los resultados de la buena relación que hay entre el presidente de México y el gobernador de Yucatán, Andrés Manuel López Obrador y Mauricio Vila Dosal, respectivamente.

Varias veces hemos escuchado a Vila Dosal señalar que no se peleaba con el presidente por varias razones, incluso cuando desde su partido le pidieron que criticara sus obras en el Sureste de México, como el Tren Maya, pero no lo hizo porque las obras traen beneficio a los yucatecos.

Así fue como se fue construyendo una relación que permitió a Yucatán atraer los megaproyectos del Gobierno Federal, uno de ellos el Tren Maya, que permitió el rescate de varias zonas arqueológicas y museos de sitio, como el que se inauguró ayer.

Veamos, pues, algunas frases que se destacaron del evento de ayer por la tarde en la ciudad maya de Chichén Itzá.

“Nos importa mucho el rendir homenaje a los antiguos mayas, porque gracias a ellos y a la herencia de otras culturas que florecieron en nuestro país, tenemos los mexicanos una idiosincrasia porque nos fueron transmitiendo, se fueron heredando de generación en generación valores que vienen de lejos, valores culturales”, afirmó López Obrador.

“Yo les decía, miren lo que ha pasado en estos 5 años y medio en el sureste del país, es un antes y un después, porque hoy, por primera vez, el sureste, y lo digo en específico, hoy, el caso de Yucatán está teniendo la infraestructura que en el sureste nunca se había tenido. Y todas estas obras que, sin duda, están generando un antes y un después aquí en Yucatán”, dijo Vila Dosal.

No hay dudas: Yucatán y el sureste recibieron trato especial del presidente Andrés Manuel López Obrador.