Editorial de Peninsular Punto Medio

El atentado contra el ahora candidato republicano Donald Trump del sábado pasado causó consternación en todo el mundo, pues es favorito en las elecciones presidenciales de este año en Estados Unidos.

Y, queramos o no, Estados Unidos sigue siendo la superpotencia cuyo destino está ligado con el resto de los países, entre ellos, México en primerísimo lugar.

Es por ello que el presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta electa fueron de los primeros en condenar el hecho.

Seguramente usted ya ha leído bastante del ataque a Donald Trump, por lo que no vamos a detallar los hechos, pero sí a destacar que ayer el expresidente estadounidense nominó a su compañero de fórmula, el senador por Ohio JD Vance.

Ayer y los próximos tres días se escucharán varios discursos sobre la candidatura de Trump, quien por tercera elección consecutiva estará en la boleta presidencial y todo parece indicar que ganará en un país dividido y polarizado.

Como cita Los Angeles Times, la campaña de Trump estaba enfocada en una estrategia para convencer a los indecisos con mensajes optimistas y menos agresivos, partiendo de que el empresario metido a político sostiene un discurso disruptivo.

Tras el atentado, agrega, se colocó en segundo plano el caos entre los demócratas tras el debate y las denuncias penales contra Trump, para dar paso a las preocupaciones por la violencia política y la estabilidad del país.

Y es que esto último, la estabilidad de Estados Unidos es la estabilidad, en todos los sentidos, de todos los países del mundo, principalmente de México.