La conmemoración de la Promulgación de la Constitución de México de 1917 ayer en Querétaro dejó una lectura que vale la pena destacar:
La ausencia de la presidenta de la Corte, la Ministra Norma Piña Hernández, dice mucho. Como ya sabemos, la SCJN se dedicó en los últimos años de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador a detener las transformaciones que se buscaron, pero que se echaron a andar tras los resultados de las elecciones del año pasado, incluida la Reforma al Poder Judicial que no quieren la mayoría de sus integrantes, pero que ya es un mandato de la Carta Magna.
En los últimos meses fue evidente que se pretendió, a través de amparos que no debieron otorgarse por no aplicar en el caso, torpedear la elección de jueces, magistrados y ministros.
Ante ese panorama era previsible que la presencia de Norma Piña no debía darse, hasta por protección de la propia investidura de la presidenta de la Corte, ya que, seguro, iba a ser abucheada por los presentes, la gran mayoría morenistas que no están conformes con la actitud de la mayoría de los ministros.
En ese sentido, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo repitió un mensaje que ya ha emitido antes:
“Quizá una de las más importantes y profundas reformas que se enviaron, y que hoy es parte de la Constitución que todos honramos en respetar, es la reforma al Poder Judicial. Con base en el artículo 39, que establece que todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste, el pueblo decidió que las y los jueces, magistrados y ministros sean electos por el pueblo de México. Así que este 1o. de junio habrá elección en nuestro país”.
Para qué agregarle más.