Lo que empezó como una sesión de terapia espritual de un grupo cristiano acabó en el arresto de seis personas por los golpes que le costaron la vida a un joven de 19 años y causaron graves lesiones a su hermano, de 17. Dos de los detenidos son los padres de los chicos.
El caso ocurrió en Nueva Hartford, una pequeña localidad en el norte del estado de Nueva York, Estados Unidos, que no termina de creer que la secreta y reservada comunidad de la iglesia Word of Life (Palabra de Vida) haya sido capaz de un acto así.
"Los hermanos fueron sometidos a castigo físico durante varias horas, con el objetivo de que confesaran sus pecados y pidieran perdón", declaró el jefe del departamento local de policía, Michael Inserra.
Paliza fatal
El fiscal Scott McNamara declaró que no hay pruebas suficientes para acusar a los Leonard de asesinato.
Los hermanos Lucas y Christopher Leonard fueron presuntamente golpeados el pasado domingo por varios miembros del grupo religioso, calificado de "culto" por las autoridades locales. Los propios familiares del mayor, Lucas, lo trasladaron horas después a un hospital, donde mintieron a los médicos y les dijeron que había sufrido una herida de bala. Falleció el lunes por la tarde.
A Chistopher nadie lo llevó a recibir ayuda.
La policía local de Nueva Hartford y la estatal de Nueva York abrieron una investigación conjunta cuando se les notificó la sospechosa muerte de Lucas.
A través de una serie de entrevistas con miembros de la iglesia, la policía supo que Christopher también había sido duramente golpeado en la misma sesión y comenzaron a buscarlo. "Tardamos horas en encontrar a Christopher", explicó Inserra. Equipos de elite lo hallaron malherido en el segundo piso de la sede de la iglesia.
No se conoce la naturaleza de los supuestos pecados pero los dos hermanos sufrieron puñetazos y patadas que les causaron lesiones en el abdomen, genitales, la espalda y los muslos. "Queremos entender por qué pasó esto, cómo la ‘sesión de terapia’ se fue de control de manera que le costó la vida a un joven", expresó Inserra. "Una vez lo sepamos, tranquilizaremos a la comunidad".
Detenidos bajo fianza
Este miércoles se produjeron los primeros arrestos. Los padres de los chicos, Bruce y Deborah Leonard, de 65 y 59 años, se enfrentan a cargos de homicido imprudente y agresión. El jefe del departamento local de policía, Michael Inserra, no comprende cómo pudo suceder un hecho así.
Ambos comparecieron ya ante el juez y se declararon inocentes. El juez fijó una fianza de US$100.000 para cada uno."No decimos que tuvieran la intención de matar a su hijo", señaló el fiscal de distrito del condado de Oneida, Scott McNamara, quien añadió que no tienen pruebas suficientes para acusarlos de asesinato.
"Sólo alegamos que intentaban lesionar seriamente a su hijo y que éste finalmente murió por las heridas". El abogado de Deborah Leonard, Devin Garramone, aduce que la mujer se sintió incapaz de detener la sesión que escaló hasta el castigo violento de sus hijos.
"Conforme el acto se volvió violento, Deborah no tuvo la fuerza emocional para oponerse a los demás en la iglesia de la que es miembro desde hace 30 años", precisó Garramone.
"Parece que siguió la corriente y la situación se descontroló", añadió. "Esta mujer es tan sumisa y tímida que no tuvo el valor de enfrentarse a ellos y decir ‘Uds. no van a castigar a mi hijo, no lo van a hacer’".
Cuatro miembros de la misma iglesia, entre ellos Sarah Ferguson, hermanastra de los muchachos, están acusados de agresión en segundo grado y quedaron detenidos bajo fianza de US$50.000 cada uno.
Los otros tres detenidos son Linda Morey, David Morey y Joseph Irwin.
Un grupo muy reservado
Desde que se conoció la noticia, los vecinos han estado haciendo declaraciones a los medios de comunicación, en un intento de explicar cómo pudo pasar algo así tan cerca de sus casas.
Algunos de ellos le dijeron al sitio de internet syracuse.com que esta iglesia es una "secta" y que se puede escuchar a sus miembros cantar en mitad de la noche dentro del edificio, que anteriomente era una escuela.
Otros hablan de un mundo de misterio y secretismo.
"Todo el mundo en la comunidad dijo siempre que algo raro pasaba ahí, todos nos sentimos igual", le dijo Connie Toukatly, vecina de 76 años, al diario The New York Times. "Pero es muy triste que se haya llegado a este punto".
Algunos de los miembros de la iglesia viven en la sede, donde la policía halló a varios niños que fueron entregados a los servicios de protección infantil del condado de Oneida.
Las autoridades cuentan que el grupo, que en su momento cumbre tuvo más de 40 miembros, ahora apenas cuenta con 20 fieles.-BBC Mundo