El 2025

Mario Barghomz

mbarghomz2012@hotmail.com

Los que ya llevamos un buen rato aquí en el mundo y hemos atravesado con glorias y penas tanto el siglo XX como el milenio II; debemos admitir que hemos estado aquí más tiempo que los 20 años que a Ulises le llevó la campaña contra Troya; sus diez años de guerra y sus diez de viaje de regreso a su casa, el reino de Ítaca, donde Penélope (su esposa) también había aprendido a esperarle.

Los que hemos estado aquí por más de 60 años, hemos visto cómo ha cambiado el mundo, y no sólo el de la tecnología y la ciencia, sino el mundo que entrado el tercer milenio y hasta ahora (ha dicho un analista económico) se ha vuelto en estos últimos 25 años, más rico que en toda su historia pasada. Naturalmente hablamos de 2 mil años, más los que puedan sumarse de nuestra historia antes de Cristo.

Nuestras ideas, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos tampoco ya no son los mismos, sino otros que cambiaron ajustándose a las nuevas circunstancias. Los ya mayores conocimos el mundo analógico antes de éste de la era digital. Los discos de vinilo, los casetes, la televisión de bulbos y el teléfono que sin cable no funcionaba. Leímos y escribimos siempre en libros y cuadernos de papel.

Luego de la última gran guerra (1940-45) que yo no viví; atravesamos por momentos obscuros como los movimientos político-sociales del 68, la Guerra Fría entre Rusia y Norteamérica, el asesinato de Kennedy, de Martin Luther King y el de John Lennon por el que lloré y me dejé invadir por la tristeza. Supimos de la guerra de Vietnam y la de Irak, el sometimiento y muerte de Sadam Husein y la irrupción del comunismo en China y Cuba.

Y ahora estamos aquí, en el umbral de 2025 en el que el mundo seguirá cambiando. Fue entre los años 2007 y 2010 que Steve Jobs y su compañía Apple anunciaron la invención de los iPhone y la iPad. Para entonces también Bill Gates había ya anunciado el 10 de noviembre de 1983, la creación de Windows, con lo que hasta hoy nuestras computadoras siguen funcionando.

Asimismo sufrimos, nos enfrentamos y fuimos protagonistas durante los años 2020 y 2021, de la gran pandemia del Covid-19 a nivel mundial. La magnitud del evento nos obligó a tomar variables que de otro modo hoy no tuviéramos presentes, como la conducta en el uso sanitario y las compras a domicilio de un mercado cada vez más popular y antes inexistente.

Fue también durante el año 2020 que las científicas Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier recibieron el Premio Nobel de medicina por su trabajo en el desarrollo de CRISPR-Cas9 como herramienta de edición genética; “tijeras” que le servirán a la ciencia para identificar y cortar males genéticos.

2025 nos permite a los mortales que seguimos vivos, nuevamente celebrar la vida, el tiempo presente y el espacio que hoy ocupamos. De ningún modo y dado lo acontecido, podemos considerar que nuestro viaje ha sido aburrido (sino todo lo contrario), y quien así lo crea, supongo que se perdió la vida.

Hoy mismo ese loco extraordinario, millonario también no excéntrico: Elon Musk; vive empeñado en devolvernos la fantasía del Espacio, en su promesa de poner al hombre de esta generación en el planeta Marte. ¡Y la vida sigue! ¿Hasta cuándo? No lo sabemos. Nadie lo sabe.

Así que aprovechemos el momento presente y disfrutémoslo, como sea y con lo que tengamos a la mano. Con la humildad del sabio y la inteligencia serena.

¡Buena vida, 2025!