El camino no es parejo para las científicas: Dalila Aldana

En promedio, las mujeres tardan seis años más en alcanzar el mismo nivel académico que un científico

Aunque en los últimos años se han dado pasos importantes para visibilizar el papel de las mujeres en la ciencia, las brechas de género aún están lejos de cerrarse. 

La científica y presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias Sección Sureste, Dalila Aldana Aranda, nos plática en este En Charla Con… un poco de lo que complica la igualdad de género en este sector.

La también investigadora de la Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) nos habló de la importancia de que exista un día que se reconozca a las mujeres y niñas que buscan desarrollarse en la ciencia como lo fue el pasado 11 de febrero.

¿Por qué es importante la conmemoración del 11F?

El 11 de febrero es un buen recordatorio, pero no está resuelto el tema de la equidad. Todavía no hay igualdad de condiciones para estudiar una carrera científica o para acceder a un puesto en una institución de investigación. El suelo no es parejo para hombres y mujeres con formación científica.

¿Hay alguna estadística al respecto?

Un estudio realizado en el Cinvestav reveló que las investigadoras ingresan a la misma edad que sus colegas hombres. Sin embargo, tardan en promedio seis años y cuatro meses más en alcanzar el mismo nivel académico. Aunque ha habido avances, aún queda un largo camino por recorrer. Estudios internacionales y nacionales muestran que solo el dos por ciento de las mujeres que inician una formación científica llegan a completar un doctorado. De ese pequeño grupo, la mitad abandona su carrera después de tener su primer hijo.

De cada dos mujeres que llegan al doctorado, solo una continúa después de la maternidad. Y quienes persisten tardan hasta seis años más que sus colegas varones en alcanzar el nivel de investigadoras titulares.

¿Por qué ocurre esto?

Porque las científicas avanzan más despacio, ya que además de su trabajo profesional, muchas tienen una segunda jornada laboral en el ámbito doméstico. Aunque puedan tener ayuda en casa, a menudo les toca encargarse del cuidado de los hijos, lo que inevitablemente afecta su desarrollo profesional.

¿Qué se podría hacer al respecto?

Es importante que las instituciones y el gobierno implementen programas específicos para reducir estas desigualdades estructurales. No basta con dedicar un día a la visibilización; necesitamos políticas públicas que garanticen igualdad de oportunidades durante todo el año. Las académicas y las instituciones podemos hacer mucho, pero corresponde al Estado activar programas efectivos para apoyar a las científicas en su formación.

Es necesario que el Estado desarrolle programas específicos para identificar y potenciar el talento científico desde edades tempranas. Si a una niña le gustan las matemáticas, la física, la química o la biología, habría que apoyarla, darle clases extra, como hacen en países como Corea del Sur. Esos programas están ausentes en México. Ya llevamos cinco años de activismo; ahora le toca al Estado asumir esa responsabilidad.

¿Cómo se desarrolló el 11F en Yucatán?

El 11F en Yucatán comenzó hace apenas seis años, indicando que antes de 2020, casi nadie hablaba del 11F en Yucatán. 

Fuimos la Academia Mexicana de Ciencias, el Cinvestav y el Cicy quienes impulsamos las primeras actividades. Ahora muchas instituciones se han sumado, y eso es excelente. Pero necesitamos más, políticas públicas que acompañen estos esfuerzos y programas concretos para apoyar a las niñas y jóvenes interesadas en las ciencias.

Texto: Andrea Segura

Fotos: Cortesía