El Kinich, proyecto turístico que se volvió un éxito en ramo restaurantero

Míriam Azcorra Rejón, propietaria del Kinich, en Izamal, revela que todo comienza como un trabajo del ITM y al egresar se dedica primero a la holetería, pero retorna a la gastronomía sin imaginar el éxito que podría alcanzar

La propietaria del restaurante “Kinich” en Izamal, Míriam Azcorra Rejón, nunca pensó que un proyecto turístico en el Instituto Tecnológico de Mérida se concretara en su restaurante, que actualmente figura entre los mejores 120 del país.

En entrevista para Peninsular Punto Medio, señaló que esto le permitió que continúe en su municipio y aunque no descarta en un futuro contar con una sucursal en Mérida, están contentos con los logros que siguen teniendo.

Recordó que el restaurante comenzó como un proyecto en su carrera de Licenciatura de Administración de las Empresas en el Instituto Tecnológico de Mérida, en donde le pidieron que elaborara un proyecto turístico de un municipio que no tenga esta vocación y ella, como es de Izamal y en ese entonces no era turístico, pues lo diseñó.

Agregó que al egresar se dedicó al ramo hotelero hasta que posteriormente retomó el proyecto, luego se impulsó con los tianguis turísticos y en el que contó con el apoyo de Míriam Peraza Rivero, quien en ese entonces vendía zapatos.

Indicó que desde que Izamal alcanzó el título de Pueblo Mágico comenzaron a llegar turistas extranjeros y también más nacional.

Este destino es uno de los Pueblos Mágicos de México, distintivo otorgado por la Secretaría de Turismo mexicana a pueblos que tienen un legado histórico o cultural importante.

Todas las casas, las tiendas y las iglesias de este lugar están pintadas de amarillo dorado y el pueblo ha recibido el apodo de La Ciudad Amarilla.

Izamal fue un importante centro religioso maya y cuenta con sitios arqueológicos de cuatro grandes pirámides que dominan el centro del pueblo.

Entre sus tractivos figuran: ex convento de San Antonio de Padua, Templo de la Purísima Concepción, Virgen de Izamal, Zona arqueológica, Templo de Kinich Kak Moo y Templo de la Virgen de la Candelaria.

Respecto que actualmente las mujeres ganan terreno en el emprendedurismo, dijo que no deben limitarse ya que son el motor que cambian al mundo, que evoluciona con el turismo. “Hay que cuidarnos, respetarnos”.

Refirió que en la gastronomía se unen ya que los hombres y mujeres estaban en la comida, cada vez que nos referíamos a algo delicioso se aludía a las abuelas, al ámbito femenino que ha sido un estandarte en el ámbito gastronómico, la mayor parte somos mujeres que estamos metidas en el sazón somos más mujeres que hombres.

“Es un privilegio simplemente recordamos ese sazón, también darle la importancia al varón que tenga ese toque, esa forma de elaboración trabajamos todo con leña, son técnicas de elaboración que si requieren de ese trabajo en equipo, en el restaurante las jefas del área son mujeres, en la idiosincrasia en Izamal todavía no se cree”, expresó.

En su cocina no sólo recrean algunos de los principales platillos regionales, sino que se elaboran de la forma más tradicional: leña para cocinar, entierro para la cochinita pibil y recados preparados en molino de mano.

Entre los platillos más representativos de su menú está el poc chuc y el dzic de venado horneado bajo tierra, pero también puedes probar los clásicos relleno negro, cochinita pibil, queso relleno y por supuesto la tradicional sopa de lima, panuchos y salbutes.

Añadió que actualmente el restaurante está ubicado entre los mejores 120 del país y comenzaron con seis empleados y ahora son 60.

Reveló que mensualmente reciben a 10 mil comensales y por siete años consecutivos ha sido parte de la Guía México Gastronómico, dentro de los mejores restaurantes del país.

Texto y fotos: Darwin Ail