En el marco del día de la Lengua Materna se llevó a cabo la ponencia magistral “El Lenguaje del Monte y su Significado entre los Pobladores Mayas de la Región Peninsular”, impartida por la maestra Rubí Aguiar Paz, quien recalcó la importancia de preservar la lengua maya en las juventudes y la sociedad en general.
En esta conferencia, que se realizó en el Auditorio “Jorge Zavala Velázquez” del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”, explicaron que la lengua maya viene de muchos espacios no solo desde el dialecto, ya que según estudios que han realizado en comunidades con los adultos mayores, han aportado información sobre formas de expresión y lenguaje oculto en el monte.
“Las comunidades mayas han resguardado un conocimiento que trasciende la comunicación verbal. Investigaciones recientes han documentado la riqueza de expresiones y signos que forman parte del lenguaje del monte, un código de interacción con la naturaleza que ha sido transmitido por generaciones a través de la observación y la experiencia cotidiana”, explicó la investigadora.
Resaltó que las personas mayores de las comunidades son quienes conservan este conocimiento ancestral, el cual incluye la interpretación de los sonidos y comportamientos de los animales, así como los cambios en el ambiente.
“En el monte, cada ser vivo comunica algo: los insectos, los crustáceos, las aves e incluso el viento tienen mensajes que solo pueden ser comprendidos por quienes han crecido en contacto directo con la naturaleza”, aseguró.
Explicó que este lenguaje ha sido fundamental para la sobrevivencia de los pueblos mayas durante milenios ya que según sus investigaciones les ha permitido tomar decisiones cruciales, como determinar los mejores momentos para la siembra, prever la llegada de tormentas o identificar cambios en el ecosistema que podrían afectar sus actividades.
“Sin embargo, este conocimiento se encuentra en peligro debido a la deforestación acelerada y al abandono de las prácticas agrícolas tradicionales por parte de las nuevas generaciones”, lamentó.
El avance de la modernidad ha generado un distanciamiento entre la población jóven y el conocimiento de sus ancestros, asegurando que muchos jóvenes ya no desean ir al monte ni aprender de sus mayores, ya que su interés se orienta hacia la tecnología y otros aspectos de la vida urbana.
Sin embargo señaló que la tecnología también puede ser una aliada en la preservación de estos saberes, permitiendo documentarlos y difundirlos antes de que desaparezcan.
En este sentido reconoció el esfuerzo de jóvenes estudiantes como Alejandro, originario de la comunidad de Dzitás ya que su trabajo para reunir a las personas mayores con las nuevas generaciones y transmitir estos conocimientos demuestra que aún hay esperanza para la conservación de este legado.
“Preservar el conocimiento del monte es preservar la identidad, la historia y la conexión con la madre naturaleza, que aún tiene mucho que enseñarnos si estamos dispuestos y dispuestas a escuchar”, concluyó.
Texto y foto: Andrea Segura