El motociclismo también tiene una vertiente altruista

Para muchos la imagen de un motociclista es la de un  hombre rudo, malo, tatuado y con arma blanca en mano; sin embargo, en  realidad se trata de un grupo de seres humanos, con vocación de ayuda. Aunque poco se sabe, la labor altruista de esta tribu social está presente, pero callada, poco conocida.

En entrevista para Punto Medio Freddy Cetina Amaya, coordinador de  Tribu Sin Ley, compartió un poco de la pasión biker (motociclista),  la hermandad que se genera entre ellos, así como las experiencias al momento de poner a rodar las máquinas;  fieles  acompañantes en carretera.

Con 43 años de experiencia, recordó que inicialmente el motociclismo nació para rodar su máquina, pero el  mismo crecimiento y acercamiento se convirtió  en una hermandad, en una familia, una relación  que trasciende más allá de la velocidad.

-El caso del motoclub es un ambiente familiar 100 % y nos da una mayor interacción.  En mi caso, mis dos hijas son motociclistas, crecieron con ello. En el caso de la tribu los martes y jueves nos reunimos en Plaza Altabrisa.  De ahí partimos, tenemos un calendario de actividades de rodadas, donde la gente nos llega a visitar. Ahorita somos en el medio más de 100 gentes junto con las señoras, familias… nos combinamos para disfrutar de este bonito deporte.

¿Cómo se preparan para un viaje?

-Es un poco más complicado. Entra una mayor organización, cuidamos mucho la seguridad tanto en las rodadas locales y  foráneas.

-Hemos recorrido… estamos regresando de Chiapas, fuimos a un aniversario de un capítulo que tenemos de Tribu Sin ley. Ya  somos 16 capítulos en la república,  California, dos años y medio de existencia y hemos crecido.  Ya somos más de 300 elementos. Hay en el sureste, en Ciudad de México, Campeche, Chiapas, Tabasco…

¿El recurso?

-El recurso sale, como en cualquier deporte… del bolsillo de cada quien.

¿Se  gasta mucho?

-No es que sean gastos estrastosféricos pero andar en moto, es un viaje donde hay que ahorrar para la gasolina, algún imprevisto, mantenimiento de la motocicleta, gastos de hotel, comida, a veces casas de campaña. Pero sí genera costos.

¿Cuál es la experiencia más recordada?

-Como motociclistas estamos expuestos al sol, la lluvia, calor… de lo que a mi me tocó; cuando estuvimos  en Estados Unidos,  recorrimos  parte del desierto de Arizona es un calor mucho más fuerte que aquí; entonces, imagínate atravesamos todo eso para llegar a la entrada de México, en Nogales,  y atravesar todo el Pacífico para llegar a Mérida. Es uno de los recorrido más fuertes que hemos tenido.

-Independientemente de esto, sales a rodar y está la lluvia y estás expuesto a las inclemencias del tiempo.

¿Qué es lo básico que debe cargar un motociclistas?

-Las chamarras protectoras con hombreras y coderas,  casco con especificaciones de DOT,  donde hay de diversas versiones del 1 al 5. Un casco  bueno te puede costar 10 mil a 12 mil pesos  máximo o  de  2 mil a 2,500 pesos como mínimo. De esto depende la seguridad en caso de una caída.

También guantes. En una caída en la  calle las manos es lo primero que metes y hay videos donde se desaparecen los dedos. Si  llevas anillos te puedes cercenar los dedos. Una bota alta que cubra cuarto de pierna.

¿Ha tenido algún accidente?

-Bendito sea Dios en lo personal nunca he tenido un accidente importante. He tenido una caída  en lluvia cuando crucé una riel en la calle 50, pero fuera de eso, no he tenido un accidente. Siempre hay que cuidar la velocidad en la que se va.

¿A qué velocidad es la máxima que ha corrido?

-Lo más… 120-130 kilómetros por hora en una motocicleta y ya más, le tengo respeto.

¿Hay  quien va más rápido?

-¡Sí! hay gente que puede meterle un poquito más a la velocidad, pero no es muy recomendable, porque si a 120 u 80 se te revienta una llanta… si en un carro es difícil, imagínate en una moto.

¿Por qué el estilo biker?

-Lo primero para mí, esencialmente es la igualdad. El motociclista piensa mucho en la igualdad, nadie es más que nadie. El motociclismo  hay libertad, sin caer en el libertinaje. Cuando tú agarras una moto, yendo sólo o con tu pareja,  tienes momentos de disfrute, el aire, la velocidad, la hermandad que hay…

-Hay  mucho corazón porque es su conjunto y como motoclub independiente, hacemos  mucha labor social, muy callada pero presente en el medio. Por ejemplo, haremos una entrega de cobertores que se está programando para diciembre para la gente indigente de los mercados.

-Queremos ofrecer a la Fundación Bendición México  unas dosis de desparacitantes que vamos a entregar en comisarías de Mérida y algunos punto del interior del estado.

Se tiene la idea de que el motociclista es malo, tiene una imagen fuerte… ¿Persiste?

-Lo que pasa que la imagen del motociclismo ha variado por la labora social, le llamo motociclismo actual; es más activo, social, no sólo rodar, tener el tatuaje, ¡para nada!. Ahora es la misma sociedad que busca al motociclista, nos consideran  de ayuda. Poco a poco ha ido cambiando.

-Hay clubs que van en actividad constante. Ya dio un giro. La mentalidad del motociclismo se concibe como en Estados Unidos. Es de unidad, de labor social, nos somos  bandoleros, no andamos armados, con navajas, lo que portamos es el chaleco y los parches donde hemos estado.

-La moto de por sí es algo que llama la atención, y si el motociclista te llama la atención,  la mujer más. Siempre vamos a ser un foco  central. Por eso es importante mantener una imagen de respeto en vialidad, comportamiento, en todo los renglones sociales en donde se intervenga.

¡ES UNA PASIÓN, UNA LIBERTAD!

Por su parte, Pamela Cetina, hija de Freddy Cetina, compartió que para ella la moto es sinónimo de pasión, de libertad, que ha sido parte de su vida desde hace año y medio.

-Mis gustos son diferentes a lo que abarca Tribu Sin Ley, me gustan más las motos deportivas. Es el mismo el sentimiento de la pasión que  lleva a subirte a una moto, sentir el aire en la cara, disfrutar y el tiempo que estás andando siente una liberta, una pasión.

-Al principio si me dio un poco de miedo correr. Normalmente las motos deportivas son para correr arrancones, yo no, sólo me gusta el estilo. No me gusta la velocidad, sino poder disfrutar.

¿Por qué un gusto  donde la mayoría son hombres?

-Era difícil cuando empecé,  porque cuando entrenaba en el autódromo eran muchos hombres, pero mi papá me ha apoyado en ese aspecto y me acompañaba. – Jesús Gómez

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