Por Arturo Platas
El reemplazo del Atlético de Madrid por 120 millones de dólares para Antoine Griezmann tiene un gran potencial, pero con tan poca experiencia, Joao Félix es un gran riesgo.
Doce meses es mucho tiempo en el fútbol. Así que, mientras que hace apenas un año, mantener al Antoine Griezmann como una cuestión de vida o muerte para el Atlético de Madrid, el anuncio de que finalmente se irá este verano fue recibido con una silenciosa respuesta de los fanáticos del club, que se habían cansado tanto de la incertidumbre en torno a los delanteros que estaban dispuestos a pasar la página y seguir adelante.
Pero incluso si los fieles de Wanda Metropolitano están listos para la vida después de Griezmann, es sumamente importante que los 120 millones de euros que aportará se inviertan sabiamente.
Esa es una cifra que solo un jugador en los libros del club podría obtener en una venta, y por extensión no es una cantidad con la que Atleti tenga que jugar. Una importante suma de dinero para ser utilizada sabiamente en un mercado altamente competitivo.
Sin embargo, en lugar de ser cautelosos con el efectivo, los Colchoneros han decidido hacer una declaración y poner todo en rojo, pagando la cláusula de compra de 120 millones de euros del joven del Benfica Joao Félix .
Derrotar a Manchester City por una firma no es una hazaña pequeña para un club con los medios limitados del Atlético, pero aunque los aficionados sin duda estarán felices de ver a su equipo intentando competir con los gigantes financieros del fútbol, también es un movimiento de gran riesgo.
Félix tiene solo 19 años, y tiene menos de una temporada de alto vuelo completo en su haber; en una de las ligas más débiles de Europa. Está lejos del producto terminado, lejos de cualquier cosa cercana a una apuesta segura.
Los admiradores señalarán que el joven portugués ya tiene la costumbre de alcanzar puntos de referencia tan temprano en su carrera (es el jugador más joven en anotar contra el Sporting en el derbi de Lisboa, así como el más joven en marcar un hat-trick europeo para Benfica, romper un récord sostenido por Eusebio), pero actuar en Portugal es una cosa, actuar en La Liga es otra.
Hace diez años, apenas por debajo de los 100 millones de euros, el Real Madrid Cristiano Ronaldo tuvo al comienzo de su período de mayor actividad. Una década más tarde, no es suficiente comprar un adolescente prometedor, pero en última instancia no probado.
A una tasa de inflación tan ridícula, ¿dónde termina el auge del mercado?
