La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Yucatán (Codhey), María Guadalupe Méndez Correa, llamó desde del Congreso del Estado a construir juntas y juntos un camino hacia la paz, tras los lamentables hechos de violencia en los últimos meses en Yucatán.
En clara referencia a los sucesos de Tekit, en los que un joven fue víctima de un asesinato colectivo luego de provocar la muerte de una mujer, horas antes, Méndez Correa recordó que la violencia no es el camino que prefieren los yucatecos.
“Es una camino arduo y sinuoso de transitar, porque la violencia nunca fue y nunca será la respuesta, la justicia social debe ser nuestra meta para la paz, para que ésta continúe siendo nuestro pilar y nuestro distintivo a nivel nacional”, dijo en su mensaje tras terminar su informe correspondiente al 2024 de la Codhey.
La primera mujer ombudsperson de Yucatán, reconoció que la Codhey tiene una deuda histórica que saldar.
“Me dirijo a las personas que habitamos esta tierra: la comisión tiene una deuda histórica que saldar, la omisión, soberbia y displicencia han dejado de estar presentes, ahora nuestra bandera es trabajar hasta que la justicia se sienta entre todas y todos nosotros”, recalcó.
Méndez Correa presentó el Informe Anual de Actividades del año 2024 en el Congreso del Estado, en el que destacó la atención de temas prioritarios como la atención a la salud mental, violencia obstétrica, discriminación por diversidad sexual, así como las violencias en contra de mujeres y niñas, entre otros temas.
En el informe dio a conocer los resultados del Diagnóstico de derechos humanos, realizado junto con más de 90 organizaciones de la sociedad civil, universidades, centros de investigación, instituciones locales e internacionales, personas especialistas y activistas, y aquellas pertenecientes a grupos de atención prioritaria.
Entre los puntos, subrayó la necesidad de triplicar los esfuerzos públicos en la prevención de todo acto de tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Asimismo, expresó que la libertad de expresión representa un papel fundamental en la vida democrática de México y Yucatán; por lo que es imprescindible fortalecer la protección a esta libertad, y por lo tanto también a las compañeras y compañeros periodistas y defensoras de derechos humanos que diariamente trabajan por la igualdad.
Otro de los puntos fue el problema estructural que históricamente presenta Yucatán respecto a la salud mental. -No es cuestión de “echarle ganas”, el suicidio y la depresión son problemas de salud pública que están rodeadas de estigmas y mitos que afectan no solo a las personas en lo individual, sino a sus familias y comunidades. Es necesaria la construcción de políticas públicas conjuntas -dijo.
Texto y foto: Esteban Cruz