El crecimiento desordenado de la zona metropolitana, los desechos que generan sus cada vez más habitantes y la alta demanda de agua, se combinan con la fragilidad del suelo y su facilidad para permitir cual queso gruyere que los contaminantes se filtren, lleguen al manto freático y avancen hacia el mar generando fenómenos como la marea roja
El crecimiento desordenado de la zona metropolitana, los desechos que generan sus cada vez más habitantes y la alta demanda de agua, se combinan con la fragilidad del suelo y su facilidad para permitir cuál queso gruyere que los contaminantes se filtren, lleguen al manto freático y avancen hacia el mar generando fenómenos como la marea roja.
Lo mismo ocurre con los desechos de las macro granjas de cerdos y aves, que sin el debido tratamiento llevan residuos de excretas y orín de los animales al manto freático, y los niveles de nitrato y otros componentes químicos, se acumulan en niveles por arriba de la Norma Oficial Mexicana en el agua que llega por las tuberías a las casas y generan enfermedades a la población.
En su participación este sábado en el “Festival por el Agua Sagrada de Yucatán”, el investigador de la UADY, el Dr. Ángel Polanco Rodríguez compartió el resultado de los trabajos que ha realizado en casi dos décadas respecto a la contaminación de los cuerpos de agua en Yucatán tanto en cenotes, pozos, de mar, en ría y agua potable intradomiciliaria, y en este sentido dijo que los altos impactos en la salud pública se deben a la presencia de plaguicidas organoclorados, glifosato y a la presencia de virus y bacterias que son producto de las actividades agropecuarias ganaderas y granjas porcinas.
“Hay una variable muy importante que se usa a nivel mundial y es la carga general de enfermedades, siendo que en el caso de Yucatán, las principales que aquejan a la población tanto urbana como rural desde hace más de una década y que permanecen en rangos por arriba de la media nacional son el cáncer cervicouterino, el mamario, el retraso cognitivo en niños, las malformaciones congénitas, además de problemas respiratorios, asma, enfermedades diarréicas agudas en niños en edad escolar y algunas otras de carácter de salud mental”, detalló.
El investigador recalcó que en la literatura internacional de los últimos cinco o siete años, los contaminantes emergentes en el medio ambiente en el suelo en el agua están jugando un papel trascendental para elevar las tasas de prevalencia y de mortalidad en el ser humano, como ocurre en Yucatán, donde además hay otros factores de carácter social que contribuyen a esta compleja situación.
Tenemos un territorio altamente frágil y vulnerable por el tipo de suelo kárstico, además de un bajo nivel educativo y pobreza extrema en el sur, donde aplican a sus cultivos plaguicidas que son altamente tóxicos y que inclusive están prohibidos y restringidos a nivel mundial, y a todo esto se suma que la tercera parte de la población maya continúa tomando agua de pozos o de cenotes contaminados, mientras que estudios realizados para medir la calidad del agua potable en Mérida y la zona metropolitana arrojaron que ésta no cumple con la norma oficial y que presentan residuos como coliformes fecales.
El Dr. Polanco Rodríguez compartió que en estudios realizados en 11 municipios del anillo de cenotes para medir los niveles de plaguicidas organoclorados tanto en época de secas como se lluvia y resultó que en secas se detectó mas concentración de plaguicidas, mas de 13 millones de partes por millón de heptacloro y de hasta 10 partes por millón de lindano que es el químico que se utiliza para el control de parásitos y garrapatas. Los máximos permitidos son de .003 partes por millón.
De acuerdo al modelo de vulnerabilidad a contaminantes, resulta que en la zona de Dzilam González y en la desembocadura del Anillo de Cenotes en Celestún se han encontrado mayores concentraciones de lindano.
En una intervención especial, el herpetólogo y Ornitólogo yucateco, Alberto Rodríguez Pisté, “El Jaguar”, externó su preocupación por lo que en la actualidad sucede en la selva maya, ya que mientras en el norte de Quintana Roo se afectan miles de árboles para que pase el Tren Maya inclusive sobre cavernas vulnerables, al otro extremo en el poniente de Yucatán, a solo 19 kilómetros de la Reserva Especial de la Biosfera de la Ría Celestún, funciona una mega granja con 60 mil lechonas, produciendo a diario en conjunto el nacimiento de 900 a mil 200 cerditos diariamente.
¿Se imaginan cuánto alimento comen a diario y la cantidad de desechos que van cargados de residuos de proteínas que a su vez contienen nitrógeno?, dijo el también representante del Consejo Maya, quien aseguró que los dos biodigestores que se tienen en el lugar con capacidad para 60 mil litros de agua son insuficientes y que gran parte del agua se regresa al monte.
El problema llega a tal magnitud que si no hacemos nada para detener la contaminación, en 15 o 17 años, los manglares se convertirán en árboles secos y no habrá pesca en la región, pues es sabido que es el manglar el sitio en el que las especies marinas se reproducen y protegen mientras crecen.
El Jaguar quien es originario de Kinchil y vive en Celestún, recordó que la contaminación que generó el derrame del Pozo Petrolero “Ixtoc”, acabó con la abundancia de “callo de hacha”, cacerolita de mar y ostión, y advirtió que de continuar con la devastación de la selva, el resultado se verá en el aumento de calor y de inundaciones en la capital yucateca, donde en la parte norte tiene suelos de baja selva inundable. Ante esta realidad destacó la importancia de rehacer las propuesta de política actual en materia de Desarrollo Urbano.
El evento que se llevó a cabo en el Centro Cultural de la UADY inició con la Presentación del Proyecto Tocoyani Yucatán, “Hacia la Planeación Transformativa de la Gestión Hídrica en México”, que explicó Teresa Vaught Charruf, promoverá la participación ciudadana para formar grupos promotores del agua, para luego constituir la primera contraloría social autónoma del Agua.
“Se trata de un proyecto nacional financiado por Conacyt y coordinado por el Dr. Pedro Moctezuma Barragán, de la Universidad Autónoma Metropolitana y también integrante de la Agrupación Agua por todos y agua para la vida”, explicó la entrevistada quien recalcó que el objetivo es crear conciencia y educación para hacer un frente común para defender agua vida y territorio acompañando a comunidades mayas.
Para esto se brindará capacitación para que los participantes visualicen las fortalezas y debilidades y hagan propuestas para mejorar o revertir los problemas del agua y generar conciencia.
La integrante del Consejo Ciudadano por el agua en Yucatán dijo que se cuenta con varios estudios científicos que nos dicen que en este suelo kárstico no se pueden establecer mega granjas con 25 mil o 40 mil cerdos.
“Ya estamos trabajando para ver de qué forma se comienza a regular el tema, tenemos propuestas ciudadanas en el consejo de cuenca para frenar la expansión de las mega fábricas”, dijo Vaught Charruf, quien aclaró que no están en contra de las empresas, pero si estamos a favor de que tengan ética, responsabilidad y qué escuchen a la comunidad.
Finalmente adelantó que durante las actividades de hoy domingo del “Festival por el Agua Sagrada de Yucatán”,
se hará una declaratoria para regular el crecimiento desbordado que pone en riesgo o calidad de vida en la entidad.
“La ciudad de Mérida no es adecuada para recibir a tanta gente, hay que regular ordenar y cuidar lo que tenemos porque los daños que se generen serán irreversibles”, puntualizó.
En la primera jornada del Festival la
Dra. Yamel Aguillar Duarte impartió la ponencia “Entendiendo el vulnerable sistema Kárstico de Yucatán”, mientras que la maestra Librada Novelo habló de los beneficios de retomar la agricultura Ecológica.
Texto: Manuel Pool
Fotos: Agencias