Exigen justicia para Emma Molina, que murió por sus hijos

Vestidas de color oscuro, con flores y velas en mano, más de 2 mil personas salieron a la calle. Atrás quedaron los gritos cargados de enojo y consigna. Esta vez, el sentimiento venía desde el corazón. Exigían justicia para Emma Gabriela Molina Canto, la mujer que murió por sus hijos.

Minutos antes de las 6 de la tarde, decenas de meridanos se dieron cita en el remate del Paseo de Montejo para acompañar a doña Ligia Canto Lugo, madre de la hoy occisa, gesto que, dijo, le da fuerzas para seguir en la lucha.

“Siento una fuerza. Cada mirada de empatía, cada presencia, cada uno, siento que para mí es increíble y me da más ánimos todavía para luchar, porque siento que no estoy sola”, expresó con lágrimas en los ojos.

En una marcha en silencio, el contingente avanzó sobre la calle 47 hasta doblar a la calle 58, 57 y 60 y llegar a la Plaza de la Independencia, mejor conocida como la Plaza Grande, en donde colocaron una ofrenda en honor de quienes fueron víctimas del feminicidio.

Ahí, Regina Carrillo interpretó “Yo vengo a ofrecer mi corazón” y “Todavía cantamos”, de Fito Páez y Víctor Heredia, respectivamente.

Entre los participantes se podían apreciar cruces color rosa en recuerdo de las 58 mujeres asesinadas y mantas como: “Exigimos justicia para Emma Gabriela. Ni un feminicidio más en Yucatán”.

Durante su recorrido se detuvieron tres veces en diferentes puntos, entre ellos, frente al Comité Directivo Estatal del  Partido Acción Nacional (PAN), donde se encontraba el diputado local y dirigente, Raúl Paz Alonso, quien sólo se limitó a ver el paso del contingente.

Como representante de las organizaciones participantes, Nancy Walker Olvera compartió que con esta marcha se manifiesta el sentir ciudadano. “Nos hemos quedado sin palabras, nos hemos quedado en el abrazo porque no hemos encontrado otra manera de manifestar lo que pasa en nuestro corazón”, expresó.

Compartió que muertes como la de Emma duelen por tanta injusticia que existe en Yucatán. “Probablemente no tenemos las palabras de consuelo, pero cómo consolamos a una madre, a un padre a las familias, compañeras y mujeres víctimas, sobre todo en estos casos donde la mayoría fueron muertes anunciadas, y previstas”.

Por lo anterior, reiteró la postura de levantar la alerta de género para que ninguna mujer sea víctima del odio, persecución y muerte.

“Quiero que mis nietos estén conmigo”

Por otra parte, doña Ligia pidió a la sociedad su apoyo en lo que llamó el “thriller” de su vida: “Les pido velar porque mis nietos estén bien, estén conmigo. No porque sea la gran maravilla, sino porque soy la persona más idónea, la que más ha protegido junto con su madre para que estén bien”.

Denunció que las amenazas continúan por lo que se ha otorgado la protección. “¡Pero qué triste! Qué triste que después que matan o se cae la madre de los niños al pozo y los dejan indefenso, le ponen la protección. Eso no me devolverá a mi hija, pero si es un paliativo, para que mis nietos puedan estar más tranquilos”.

 

Jesús Gómez

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