Exigen justicia en sepelio de Emma Molina Canto

Familiares, compañeros de trabajo e integrantes de organizaciones en contra de la violencia contra la mujer despidieron ayer a Emma Gabriela Molina Canto, en el panteón “Jardines del Recuerdo”, en medio de gritos que hacían un llamado a las autoridades para que su muerte no quede impune.

Al grito de “Justicia para Emma”, “Todos Somos Emma” y “Ni una más”, Emma Gabriela fue sepultada por un reducido número de familiares y amigos, en su mayoría madres que luchan por recuperar a sus hijos y activistas en defensa de las mujeres en condición de violencia.

El sepelio fue puntual, a las 12:30 de la tarde y tardó media hora, aunque ese espacio de tiempo fue suficiente para que los asistentes mostraran su indignación por el asesinado de una madre que luchó por sus tres hijos en contra de su exesposo, Martín Medina Sonda, acusado y preso en una cárcel de Tabasco por lavado de dinero.

–Aquí me quedo, hija, para luchar por tus hijos, sabemos que estás con nosotros y no te vamos a fallar. Voy a luchar hasta las últimas consecuencias para que tu crimen no quede impune y tus hijos sean felices –dijo la madre de Emma, la Sra. Ligia Teresita Canto Lugo, ante el féretro de la fallecida.

Doña Ligia mostró una notable fortaleza en los momentos en que despedió a su hija, en medio del dolor y la impotencia por una lucha de años que acabó con la vida de Emma Gabriela.

–Ellos van a ser felices y sabrán qué clase de madre tuvieron. Te quiero, mi niña –sentenció momentos antes que el ataúd fuera colocado en la tumba.

Entre llantos, y sostenida por sus hijos, Canto Lugo repitió varias veces: “Te quiero mi niña, te quiero. Dios te cuide por siempre”.

La lucha de Emma Gabriela ha sido ejemplo para las mujeres que viven la misma situación, las cuales ayer la acompañaron en su última morada.

Fueron dichas mujeres las que lanzaron el grito de lucha y petición de justicia mientras doña Ligia autorizó que su hija fuera sepultada.

“¡Justicia para Emma!” se escuchó de todas voces una y otra vez bajo el sol abrasador.

–Ella fue una luchadora, un ejemplo de lucha por los hijos, despidámosla con un aplauso –pidió su hermano Guillermo, y las palmas se escucharon por varios minutos, los que tardaron en bajar el féretro.

Mostrando una foto de Emma al pie del altar en una iglesia, su consanguíneo agradeció las muestras de apoyo y dijo que la lucha sigue, porque todavía hay que proteger a los hijos.

Indicó que la muerte de su hermana sirvió para levantar al pueblo de Yucatán por la defensa de sus derechos y para el de las mujeres.

 

Esteban Cruz Obando

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.