Foro Cero Residuos en Quintana Roo

SOFÍA MORÁN

Desde la iniciativa de la Procuraduría de Protección al Ambiente y la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo, se celebró el Foro Estatal Cero Residuos Qroo 2025 el pasado fin de semana en la universidad del Caribe. Este espacio se consolidó como un punto de encuentro donde academia, gobierno, empresas, sociedad civil y prensa dialogan sobre un tema apremiante: la gestión integral de los residuos. Más allá de exponer preocupaciones, el foro buscó trazar rutas de acción y fomentar la corresponsabilidad entre todos los actores sociales.

Así, Quintana Roo, con su vibrante economía turística y su invaluable riqueza ecológica, se enfrenta a un dilema: cómo conciliar el desarrollo con la preservación ambiental.

El foro arrancó con un gesto concreto: la firma de un convenio entre las autoridades estatales y la Canacintra para promover prácticas sostenibles en el sector privado. Pero lo más inspirador fueron los stands que mostraban iniciativas reales. Desde Eco, que transforma residuos en energía, hasta Getecca, que educa sobre sostenibilidad; desde Csmx y Nómadas, que reciclan materiales de construcción y neumáticos, hasta Imagenia, que da una nueva vida al plástico.

Estas empresas tienen una doble cualidad, ya que no solo cuidan el planeta, sino que generan empleos para jóvenes. Proyectos como “Al Rescate”, que recupera alimentos excedentes de hoteles para bancos de alimentos, o la “Tiendita Ecológica” de Isla Mujeres, donde los vecinos intercambian residuos por productos básicos, demuestran que las soluciones pueden ser creativas y sociales.

Las cifras presentadas fueron contundentes. En la última COP se advirtió que, al ritmo actual, solo alcanzaremos el 17% de las metas de la Agenda 2030. Las ponentes (todas científicas) destacaron datos alarmantes: el 60% de la responsabilidad en el manejo de residuos recae en quienes los generan; Argentina, Brasil, Colombia y México producen el 74% de los residuos de Latinoamérica; y el 30% de los rellenos sanitarios están mal diseñados, contaminando suelos y aguas con lixiviados tóxicos.

Frente a este panorama, la filosofía cero residuos propone integrarlos a la cadena productiva como materia prima. Esto no solo aliviaría la presión por recursos vírgenes, sino que reduciría el daño ambiental. Pero para lograrlo, se necesita separación adecuada desde el origen y tecnologías como compostaje, biogás o pirólisis. Como señalaron las expertas, los rellenos sanitarios no son solución: son pasivos que perpetúan el problema.

La industria debe adoptar logística inversa, analizar el ciclo de vida de sus productos y regionalizar procesos.

El gobierno debe legislar para incentivar el mercado de reciclados y apoyar a los municipios, responsables últimos de la gestión. Y la Ciudadanía, separar residuos en casa, exigir políticas claras y sumarse a iniciativas locales.

“No hay soluciones instantáneas. Se necesita voluntad política, participación ciudadana y tecnología para impulsar estrategias que logren la gestión integral de residuos”.