Durante una entrevista en marzo de 1977 con Don Rush, para la revista Circus, Freddie Mercury dijo: “cuando muera me gustaría ser recordado como un músico con algún valor y sustancia”; y como si lo hubiera decretado más que deseado, el cantante y compositor -quien hoy cumpliría 70 años de edad–, se convirtió en un emblema de la música británica y un icono del rock.
Han pasado siete décadas desde que Mercury vio la luz del sol por primera vez en Stone Town, Tanzania, y su legado como voz de Queen y en solitario continúa siendo motivo de emoción entre sus seguidores que año con año crecen y quienes piden un poco más de quien marcara una época en la música.
Con motivo de su cumpleaños, el pasado viernes se lanzó al mercado una caja de colección denominada Freddie Mercury: Messenger of the Gods–The Singles Collection en la cual los seguidores del británico podrán encontrar 24 sencillos -repartidos en 13 discos- en formato de vinyl que tendrán un color específico cada uno.
La caja, que también se puede conseguir en formato de doble CD y digital, hace un recorrido desde el inicio de su carrera cuando editó su primer sencillo I Can Hear Music, bajo el nombre de Larry Lurex, pasando por la etapa en la que la música disco lo tocó y creó algunos de los temas más exitosos de la década de los 80, así como su colaboración con la cantante española de ópera Montserrat Caballé y la influencia que le dejó su estancia en Barcelona, España.
Además de los discos -que tiene un costo aproximado de 99 libras esterlinas (dos mil 469 pesos mexicanos) y contendrán dos canciones lanzadas de forma póstuma, también tendrá un booklet (librillo) en el que se recopilan una serie de fotografías, nunca antes han sido publicadas, que muestran parte de su vida en los clubes nocturnos de ciudades alemanas así como su historia de infancia en Tanzania.
También como parte de los festejos de lo que sería el cumpleaños número 70 de Mercury, la página oficial de Queen anunció que este año la fiesta oficial para celebrarlo se llevaría a cabo en The Casino en la ciudad de Montreux, Suiza. Ayer la celebración se llevó a cabo con una serie de actividades entre las que destacaron Queen Studio Experience donde Justin Shirley-Smith, coproductor e ingeniero de audio de la banda, compartió con el público algunos tracks de mezclas de la agrupación y el vocalista, así como una ronda de preguntas y respuestas entre los presentes.
La presentación de Queen Extravaganza, la banda tributo oficial de los británicos, interpretaron en su totalidad el álbum A Night At The Opera, además de algunos clásicos a petición de los fans y al filo de la media noche las copas se alzaron para brindar por la vida de Freddie Mercury.
Nacido bajo el nombre de Farrokh Bulsara el 5 de septiembre de 1945 en el protectorado británico de Zanzibar en la parte este de África, fue en esa zona del planeta donde Freddie Mercury comenzó a tener contacto con la música.
A los siete años inició con las clases de piano y un año después fue inscrito en el colegio para jóvenes St Peter’s School. Tan sólo cuatro años después el inquieto chico formó en el colegio The Hectics, su primera banda musical, con la cual comenzó a hacer covers de artistas como Cliff Richard y Little Richard.
A los 17 años el cantante y su familia salieron de Zanzibar a causa del inicio de la revolución y viajaron hasta Inglaterra donde se asentaron en la ciudad de Feltham. De ahí Mercury estudió arte en Londres y una vez que le otorgaron su diploma en Arte y Diseño Gráfico en Ealing Art College, se enroló en diferentes bandas.
Fue en 1970 cuando Freddie Mercury se une a Bryan May y Roger Taylor para formar una nueva banda a la cual nombró Queen, y a sabiendas de la connotación gay que tendría el nombre en una banda de rock formada por cuatro hombres, el cantante declaró que esa era sólo una parte del grupo.
Durante 20 años que estuvo al frente de Queen, Mercury se convirtió en influencia definitiva e inspiración para muchos artistas de generaciones más jóvenes, ya que sus letras y la producción casi teatral de cada una de sus presentaciones le dio otra perspectiva a la manera de presentar la música a las masas. “Yo no voy a ser una estrella del rock. Voy a ser una leyenda”, dijo el británico en una entrevista al inicio de la década de los 70… y lo cumplió.- Excélsior