Graves riesgos por vapeadores

La edad de inicio de uso de estos artículos es de 8 años, mientras que con el cigarro convencional es de 12 años de edad

Con atractivos diseños tipo plumón o alusivos a caricaturas con personajes como Bob Esponja o los Minions, e inclusive simulando los vasos que se utilizan en los gimnasios para consumir proteína, los vapeadores son utilizados por menores inclusive desde los 8 años de edad. 

Al respecto, la responsable del Programa de Prevención de Adicciones de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Nahomy Trejo, manifestó que cuando una persona consume un cigarro convencional, si bien las afectaciones a la salud comienzan desde la primera bocanada, el daño generalizado comienza a partir de los 15 o 20 años de consumo, pero en el caso del que usa vapeadores el daño se registra en 4 años. 

“El tema es que utilizar un vapeador parece ser algo inofensivo porque huele rico y además no es fácil de detectar por los padres o los maestros y se puede ocultar el consumo, y esta situación está ocasionando que la edad en promedio para iniciar a fumar cigarro convencional, que es en promedio a los 12 años de edad en el caso del vapeo se adelanta a ocho”, detalla la entrevistada.

Es importante recordar que, aunque los vapeadores se comercializaron inicialmente como una alternativa menos peligrosa al tabaco, investigaciones recientes han revelado que pueden ser igualmente o incluso más peligrosos que los cigarros tradicionales, principalmente por el desconocimiento de los componentes que llevan los líquidos de vapeo, que inclusive pueden estar no reguladas.

También es importante tener en cuenta que los vapeadores pueden contener niveles más altos de nicotina que los cigarros tradicionales y que el aerosol de los vapeadores contiene partículas ultrafinas que pueden penetrar profundamente en los pulmones ocasionando lesiones.

Ante esta situación el exhorto es a padres de familia y maestros a revisar el contenido de la mochila de sus hijos y estar al pendiente de olores muy dulces tipo perfume que pudieran indicar que el chico o la chica están utilizando vapeadores.

Nahomy Trejo comentó que el objetivo de contar con este programa institucional de prevención de adicciones es, precisamente, atender no solamente el consumo de sustancias, sino también las adicciones conductuales, como puede ser el uso del celular, de la televisión, de los videojuegos o de la ludopatía.

“Ofrecemos todos los programas protectores que ayudan a prevenir el consumo, lo que incluye el arte cultura deporte emprendimiento, además de reuniones académicas congresos voluntariado universitario y cuidado del medio ambiente, es decir, les proporcionamos a los jóvenes espacios para invertir su tiempo”, detalló.

Un ejemplo de esta labor es la que a lo largo de dos años permitió reciclar miles de colillas de cigarro para crear obras de arte, bajo la supervisión de Jonathan Zúñiga, quien tiene en Playa del Carmen, Quintana Roo, una agrupación denominada “Collarte”. 

“Para esto  se limpiaron y se desinfectaron las colillas para eliminar toxinas, pero esto es un decir porque el tabaco contiene 7,000 sustancias tóxicas y a pesar de que se limpió y se le puso inclusive varias capas de esmalte y un spray para darle un acabado de mate, aún se siente el olor; por ello es importante tomar conciencia del daño importante que le puede causar a nuestro organismo”, recalcó.

La especialista dijo que la raíz de las adicciones es el deterioro de la salud mental, que puede iniciar con situaciones de tristeza o abandono.

Por lo general, las adicciones empiezan en la adolescencia a los 12 años cuando, por el deseo de integrarse a grupos con los que uno se identifica, se genera una presión social que nos lleva a consumir tabaco o algún otro sustancia, con tal de ser aceptado o arropado en el grupo donde sus integrantes también las consumen. 

En este sentido manifestó que hay que tener presente que la adicción que se genera en el caso del tabaquismo está relacionada con la presencia de la nicotina, que fomenta el consumo hasta llegar al abuso, y cuando la persona consume cigarro tras cigarro y hasta cajetillas, y es difícil conseguir el mismo efecto, es entonces cuando busca experimentar con otro tipo de drogas. 

“Por eso en el programa de adicciones el tabaco es el protagonista, porque es la puerta de acceso para el consumo de otras sustancias”, apuntó.

En relación a las enfermedades que produce el tabaquismo, explicó que son tan variadas que te necesitaron 50 años para documentarlas.

No hay que perder de vista que el tabaquismo es una de las principales causas de muerte y enfermedad prevenible en el mundo. Los daños que ocasiona al organismo son el aumento del riesgo de infarto y de accidente cerebrovascular, además de elevar la presión arterial, es decir, genera hipertensión y reduce el flujo sanguíneo en piernas y brazos. 

En cuanto a los daños que ocasiona a los pulmones, se encuentra la dificultad para respirar (EPOC), asma, además de que es el cáncer de pulmón la principal causa de muerte relacionada con el tabaquismo, pero también puede presentarse cáncer de boca y garganta, de esófago, de estómago, de páncreas, de riñón, de útero y cérvix.

También están relacionadas con el tabaquismo daños neurológicos como la demencia, el Alzheimer, la depresión y la ansiedad, pero también puede ocasionar daños reproductivos como infertilidad, aborto espontáneo, parto prematuro y bajo peso del producto al nacer.

Hay que tener en cuenta que consumir tabaco puede ocasionar problemas dentales y de encías, pérdida, de visión problemas de audición osteoporosis así como enfermedades infecciosas como neumonía y tuberculosis.

En ese sentido es importante destacar que el 70% de los fumadores quiere dejar de hacerlo, que la mitad de ellos muere por enfermedades relacionadas con el tabaquismo y que dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de enfermedades y muerte.

Finalmente, no hay que perder de vista que tanto cigarros como vapeadores son perjudiciales para la salud.

Texto y fotos: Manuel Pool