En Yucatán unas 60 mil casas se encuentran deshabitadas y de éstas, 52 mil están en Mérida y áreas conturbadas. De esta última cifra, unas cuatro mil 500 son de interés social que no fueron ocupadas o simplemente han sido abandonadas por diversos motivos, lo que establece una serie de complicaciones para desarrolladores y promotores de vivienda, apuntan datos del Instituto Nacional de Estadística (Inegi).
Y es que, según se explica, el proceso de desarrollar vivienda en el estado se ha convertido un jugoso negocio donde los desarrolladores especulan con terrenos, principalmente ejidales que se adquieren para concesiones o presiones económicas.
Datos del Inegi establecen que en la ciudad de Mérida suman unas 41 mil las viviendas que están desocupadas, abandonadas o deshabitadas y que no reciben mantenimiento o simplemente están estado de abandono, lo que también contempla una serie de problemas. Si bien, el número de viviendas abandonadas puede resultar una cifra importante, estudiosos y políticos consideran que este problema aun no es preocupante y se pueden tomar medidas para encauzar las condiciones de estas propiedades, que en su caso el factor primordial del abandono son situaciones legales.
De acuerdo con la opinión de Jorge Bolio Osés, experto en Desarrollo Urbano e investigador de la Uady, este fenómeno no representa un problema apremiante en la entidad ya que la vivienda desocupada suele darse por problemas legales familiares, pérdida de la plusvalía, pero también migración de grupos familiares a nuevas zonas de la urbe.
Apuntó hasta el momento no se considera necesario implementar una política pública enfocada a recuperar las casas abandonadas y para ponerlas de nuevo en el mercado.
Sobre el mismo tema, Alejandro Pech, arquitecto y especialista en urbanismo hizo énfasis que en el caso de la vivienda del centro de la ciudad ha tomado un nuevo auge debido a la llegada de grupos de extranjeros que adquieren propiedades, las remodelan y les devuelven su esplendor, sin embargo hay muchas más que no tienen esta oportunidad y están sumamente deterioradas por desapego de sus propietarios.
Sobre el abandono de la vivienda de interés social, el profesional apuntó, que son diferentes los factores que impactan a quienes adquieren una casa-habitación de este tipo, “puesto que suelen tener defectos, pocos servicios, regularmente no son aptas para vivir por los espacios reducidos que se entregan o simplemente no son viables”, comentó.
El crecimiento de la ciudad ha sido anárquico y que los desarrolladores han dimensionado ampliaciones y proyectos que no se cumplen del todo, como es el caso de los grandes fraccionamientos como las Américas y los Héroes que son ciudades dormitorio de Mérida.
–José Cortazar N.
