Hombres mujeriegos o sobre no seas la mamá y viceversa (Primera parte)

Deyanira Trinidad Álvarez Villajuana
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Desde el 2012, he vivido un suplicio, que gracias a Dios me ha hecho más fuerte, pues en vez de considerarme víctima de las circunstancias, decidí caminar con mayor fe, creyendo en un Dios de amor, pero también de justicia. La resiliencia ha sido parte de mi vida desde niña, así que estas experiencias, si bien, no se las deseo a nadie, no lograron el objetivo de derribarme. 

Como mujer, ser humano, joven y persona, claro que dolió, pues a diferencia de los psicópatas, sociopátas y narcisistas perversos, tengo sentimientos y empatía, de hecho, soy hiper´-empática. A Jared Levi Sosa Rivero, con quien sostuve una relación de noviazgo, antes de ser cristiana, pues después de esa experiencia traumática decidí acercarme de una forma más profunda a Dios, ayudándome a sanar de manera integral, lo denuncié por amenazas de muerte, privación de mi libertad en un acceso de “celos” de su parte totalmente injustificados, acoso en redes sociales con perfiles falsos de internet, allanamiento de morada al ingresar a mi domicilio sin mi permiso después de haber terminado con él, suplantación de identidad en redes sociales haciéndose pasar por mí, fotomontajes, y últimamente, por suministrar información falsa a quien terminó siendo mi exesposo, sí, hasta ahí llegó su perversidad (y aún hay más), en forma de intrigas, fotomontajes y suplantación de identidad, justo su modus operandi. 

Primero, se alió con la ex de mi exesposo, Adán Santos Contreras, y tras contaminarla, al igual que a toda su familia, con mentiras en mi contra, procedió a destruir mi matrimonio. Pero hoy, estoy profundamente agradecida con Dios, porque debido a todas esas acciones, pude ver quién realmente me amaba, estaba conmigo, y me creyó desde el principio, pues, siempre dije la verdad. Dios y el tiempo me han dado la razón, y falta aún mucho por manifestar de la cloaca que se acaba de abrir hace apenas unas semanas. 

La más reciente ex de Jared Levi, me contactó para platicarme cómo el sujeto la había intentado estrangular, la amenazó de muerte y ella fue testigo de todo lo que él me hacía, viendo los mensajes sostenidos entre mi exesposo y este exnovio multi-denunciado, no sólo por mí, sino por muchas mujeres más. 

De hecho, la exnovia de Jared Levi, ya lo había llevado a proceso, pero “se arrepintió”, al él amenazarla, pero yo no le tengo miedo. Él destruyó con mentiras mi reputación, años de trabajo, estudio, relaciones sociales y matrimonio. Todo ello, me sirvió para ser más fuerte, sabia y resiliente, y como siempre dije la verdad, seguí caminando con la frente en alto, porque Dios es amor, pero también es justicia. 

De la justicia divina nadie se salva, aunque la terrenal muchas veces falla, es lenta o inefectiva. Mi mensaje es claro: ningún tipo de violencia debe permitirse, incluida la psicológica y digital. Existen asesinos de almas, de psiques, que creen quedar impunes, pero sus consecuencias deben llegar, ya que esos golpes, aunque no se vean, quedan como huellas y muchas veces se traducen en estrés postraumático, que sólo entiende quien lo ha vivido. Nadie debe ser “humillado o avergonzado” con perfiles falsos de internet, por ninguna característica real o fabricada, nadie debe ser amenazado de muerte, nadie debe agregar a los contactos de otra persona para de forma sistemática ser agredido con mentiras en sus círculos cercanos, eso sólo lo hace una mente psicopática, que seguirá escalando en violencia hacia las mujeres, si no es detenido. El día de ayer, un medio de comunicación publicó un aviso a la comunidad al respecto, y les invito a verlo: https://www.facebook.com/photo?fbid=804701815006668&set=a.475645681245618

Asimismo, y como una muestra de lo que Dios puede hacer en nuestras vidas, sin importar lo que hayamos atravesado, les comparto, lo mucho que he avanzado, porque en dónde me quiso derribar el agresor, justo ahí, me volví más fuerte. Y ahora, ayudo a muchas personas, mujeres y varones por igual, pues hay hombres excelentes, así que no debe generalizarse, soy objetiva y si hablo, siempre es con evidencias y conocimiento de causa. Bendiciones y para servirles.