Hombres presentan a más temprana edad lesiones cerebrales de Alzheimer

De acuerdo a lo observado las mujeres desarrollan estas lesiones a los 60 años de edad, mientras que en los hombres se desarrollan alrededor de los 40 años

Los hombres desarrollan a más temprana edad que las mujeres lesiones cerebrales de maraña neurofibrilar, características de Alzheimer, de acuerdo a estudios del Banco Nacional de Cerebros.

Además, se presume que esas lesiones podrían estar relacionadas con alteraciones de vías respiratorias o procesos inflamatorios.

El coordinador del Banco Nacional de Cerebros, José Luna Muñoz, dijo que de acuerdo a lo observado las mujeres desarrollan estas lesiones a los 60 años de edad, mientras que en los hombres se desarrollan alrededor de los 40 años.

En el marco del Día del Cerebro de la Universidad del Valle de México (UVM), indicó que cada vez es más común la incidencia de las enfermedades Alzheimer y Parkinson.

Consideró que este incremento puede atribuirse a factores ambientales como contaminación, hábitos de vida y la afectación a la salud por ingesta excesiva de alcohol, tabaquismo y mala alimentación.

En el evento realizado en San Luis Potosí, destacó que solo cinco por ciento de los casos de personas que padecen Alzheimer se asocian con un factor genético y se detecta aproximadamente a los 45 años de edad, el restante 95 por ciento es por causas desconocidas y surge hasta los 65 años de edad.

Manifestó que en 20 años de vida del Banco han recibido 400 cerebros donados y gracias a ellos se ha obtenido información importante, un ejemplo es un estudio realizado con 200 cerebros.

En dicho estudio, a pesar de que muy pocos cerebros provenían de personas que no tuvieron padecimientos asociados con la demencia, 63 por ciento tenía lesiones de maraña neurofibrilar, que es una de las características del Alzheimer.

Luna Muñoz recordó que el Alzheimer aún no tiene cura, sin embargo, el hábito de la lectura, juegos de pensamiento y alimentación balanceada (principalmente disminución en el consumo de grasas) pueden reducir los estragos.

Informó que la mayoría de los cerebros resguardados proceden de la Ciudad de México y en menor cantidad de Monterrey, Durango y Yucatán, y actualmente están en pláticas para que la UVM pueda promover con autoridades de San Luis Potosí la donación de ese órgano.

Comentó que algunos cerebros provienen de personas que padecieron demencia, otros de pacientes que sufrieron derrame cerebral, tuberculosis, síndrome de inmunodeficiencia y neurocisticercosis, además de cerebros sanos, todos ellos muy valiosos para la investigación.

La enfermedad de Alzheimer es una patología neurodegenerativa cerebral, progresiva e irreversible. Afecta de forma difusa a las neuronas de la corteza cerebral y otras estructuras adyacentes, y lleva a una degeneración de la función cognitiva y a trastornos conductuales.

El alzhéimer se caracteriza por un deterioro de la capacidad del sujeto para controlar sus emociones, desenvolverse en su entorno de acuerdo a unas pautas de conducta normales, y coordinar adecuadamente sus movimientos y memoria, entre otros trastornos.

Por lo general, suele hacer su aparición a partir de los 65 años –aunque también puede darse en personas más jovenes–. Se trata de una enfermedad en la que la familia y el entorno del afectado juegan un papel fundamental, tanto en la identificación temprana de posibles síntomas que ayuden a realizar un diagnostico precoz, como en el cuidado y manejo posterior del paciente.

Los primeros síntomas del alzhéimer abarcan un amplio rango de trastornos cognitivos y conductuales. Muchos de los signos que podemos observar en las etapas más precoces de la enfermedad pueden ser fácilmente confundidos con los signos típicos del envejecimiento, por lo que conviene conocerlos y saber diferenciarlos.

Uno de los más claros que suelen asociar al alzhéimer pero también con la vejez podría ser el comenzar a olvidar cosas, actividades que iba a hacer o nombres de personas. Esto puede ser normal a cierta edad, por ejemplo olvidar el nombre de un compañero de trabajo, un vecino o del panadero, y sin embargo recordar que trabaja contigo o que vive en el quinto. Mientras que una persona con síntomas de alzhéimer también olvida el contexto, es decir, probablemente no recordará su nombre, pero tampoco que es su vecino o su tendero.

El alzhéimer es una enfermedad para la que actualmente no se conoce cura. No es posible frenar su avance ni restaurar las funciones deterioradas. Los fármacos que se encuentran en el mercado hoy en día están destinados a retardar la evolución de la enfermedad, reducir los síntomas (depresión, síntomas psicóticos, trastornos del sueño…), mejorar la función cognitiva y frenar ciertos procesos metabólicos, que se cree aceleran el proceso degenerativo.

En distintos estudios se ha comprobado que los antioxidantes pueden retrasar levemente la progresión de la enfermedad o sus síntomas. Dosis elevadas de vitamina E, o el consumo de Ginkgo biloba –una planta medicinal que tiene propiedades antioxidantes–, contribuyen a una ligera mejoría de la memoria.– Agencias

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