Human Rights Watch (HRW) atribuyó ayer parte de la responsabilidad por la crisis humanitaria en la selva del Darién a la restrictiva política migratoria de la Administración de Joe Biden en Estados Unidos.
Así se desprende del nuevo informe que la organización publicó y presentó en Washington sobre la crisis del llamado Tapón del Darién, una selva pantanosa en la frontera entre Colombia y Panamá donde cruzan miles de migrantes en dirección a Estados Unidos.
La organización señaló que “muchos migrantes huyen de crisis de derechos humanos en las Américas, incluyendo de violencia, persecución y pobreza, y arriesgan sus vidas en esta selva” debido a la falta de vías seguras y legales para migrantes y solicitantes de asilo.
Según el documento, el 97 % de las personas que llegan al Tapón del Darién consideran que es el camino más duro hacia Estados Unidos por los graves abusos -incluyendo violencia sexual- que padecen al intentar cruzarlo.
HRW especificó que, en el lado colombiano del Darién, el Clan del Golfo “regula las rutas y extorsiona a quienes se benefician del flujo migratorio”, mientras que criminales y delincuentes “cometen de forma rutinaria robos y abusos sexuales en el lado panameño”.
El documento de 63 páginas y titulado “Este infierno era mi única opción”, insiste en que las restricciones de movimiento, a menudo promovidas por Estados Unidos, son “políticas fallidas que empujan a los migrantes hacia rutas peligrosas”. “Existe una correlación entre las decisiones de política pública migratoria de Estados Unidos y la forma en la que esto impacta en las decisiones de los migrantes”, aseguró en la presentación la directora para las Américas de HRW, Juanita Goebertus.
Texto y foto: Agencias