Una cirugía ambulatoria fue el inicio del calvario para Guadalupe del Rosario Salazar Puerto, a quien hace un año en una operación para retirarle la vesícula le dañaron uno de sus riñones, y al día de hoy el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sigue sin repararle el daño ocasionado.
Incluso en las propias oficinas centrales del IMSS en Ciudad de México han calificado a sus médicos urólogos de esta localidad como “incapaces” al no dar respuesta a este caso, mismos que han intentado trasladar a la paciente para que sea atendida en el Hospital de “La Raza” en la capital del país.
-El primero de junio de 2018 fui intervenida en el hospital IMSS T1 por piedras en la vesícula, y la operación era para extirparlas. Posterior a la operación empecé a manifestar problemas de salud, hasta que dieron con que habían lastimado un riñón. Hasta la fecha no se han querido hacer responsables -explicó la afectada.
Según relató, ante la falla de los médicos locales, éstos la canalizaron para que sea operada en la Ciudad de México, en el hospital de “La Raza”, pero el personal médico capitalino rechazó realizar la operación debido a que en esta entidad debiera haber los médicos capaces para corregir este daño.
En un oficio elaborado en la capital del país se lee “Patología que no amerita de tercer nivel al ser una fístula ureterovesical, la cual no ha tenido ningún intento de cierre. Deberá ser resuelta por el CMN Mérida. En caso de que el médico tratante no tenga la capacidad de resolver quirúrgicamente la patología, el Jefe de Servicios de Urología deberá de realizar el cambio de médico y/o capacitar a su personal”.
El mismo documento firmado por el galeno Juan Carlos Barcena Ugalde, con la cédula profesional 5659557, de la Ciudad de México señala: “Este tipo de patología es aceptada en este centro en caso de tener riesgo cardiovascular alto, o en caso de recidiva (repetición de la enfermedad, poco después de la convalecencia) posterior a corrección”.
Texto y foto: Iván Duarte
