Inseguridad en otros Estados propicia que zapateros apenas vendan el 50% de lo que vendían antes de la pandemia

Hasta el momento, la industria zapatera únicamente alcanzó el 50% de las ventas que tenía antes de la pandemia, ya que, además, de ésta que le mermó la inseguridad que se tiene en estados como Tabasco propició que reduzcan sus ventas a ese lugar y mejor se enfoquen únicamente a la Península de Yucatán.

De acuerdo, al exdirigente de la industria zapatera, Gaspar Azarcoya Gutiérrez, indicó que antes de la pandemia vendían 100 mil pares de zapatos semanales y ahora únicamente venden la mitad.

Actualmente existen 300 talleres en el Estado, distribuidos en Ticul, Hunucmá y Mérida. La industria genera 500 empleos en Ticul, 200 en Hunucmá y 100 en Mérida.

Azarcoya Gutiérrez indicó que resultó muy arriesgado vender después de Campeche, “en Tabasco, Oaxaca suelen asaltar y hasta se ha dado caso de que los matan, actualmente nos enfocamos en Campeche y Quintana Roo”.

Explicó que de antes surtían en Chiapas y Oaxaca, “también optamos porque no nosotros enviemos las mercancías, sino que sean los transportistas, pero también sucedió lo mismo”.

Indicó que se enfocaron en Mérida, donde la capital tiene más de un millón de habitantes y con ferias esperan contar con más clientes, “también le apostamos a las redes sociales y nos ha aliviado mucho”.

Respecto a la invasión de zapatos chinos y materia prima dijo que los asiáticos prácticamente te venden un zapato para ensamblarse, “el problema es que no se repite, no puede hacer un pedido grande, a diferencia acá se tiene una mano de obra para que se hagan buenos diseños, la calidad existe tenemos el nivel para competir a nivel nacional”.

Explicó que también comprar barato puede resultar perjudicial ya que para ese precio le ponen material de segunda o de tercera, “los precios están a la altura de las circunstancias, los zapatos cuestan entre 100 a 200 pesos a 300 pesos máximo no es caro, a comparación de otros calzados que están arriba de mil pesos, estamos al 50%”.

Dijo que realizar el calzado de los estudiantes de educación básica que corresponde a Impulso Escolar fueron 110 mil pares por cada temporada y esto fue un oxígeno para el sector, “en esta edición redujo un 10 por ciento por la deserción escolar”.

Para finalizar señaló que la estrategia para recuperar el sector, tienen que atraer a los visitantes a Ticul y se tiene que potenciar al máximo a la Ruta Puuc.

 

TEXTO Y FOTO: DARWIN AIL