Jaguares en Dzilam de Bravo

Mediante el uso y aprovechamiento de las nuevas tecnologías, la Reserva Estatal es monitoreada con cámaras trampa y equipos para guardar audios; beneficiados habitantes que trabajan de guías, se reduce la tala ilegal de mangle negro y contiene la caza furtiva

Hace prácticamente un año, el 26 de mayo de 2022, el gobernador Mauricio Vila Dosal anunció la puesta en marcha de un proyecto a favor de la conservación de la fauna en la Reserva Estatal de Dzilam de Bravo, con cámaras trampa y equipos para guardar audios que, posteriormente, con ayuda de la inteligencia artificial se analizan para identificar las especies de animales que existen en la zona y determinar las acciones a emprender para su protección.

Entre los resultados obtenidos por el proyecto Tech4Nature se cuenta la identificación de 5 ejemplares de jaguar, 3 hembras y dos machos, además de que en las fotografías aparecen con crías que aún no tienen definidos los patrones de sus manchas, y que explicó Esteban Ramírez Canto, líder de proyectos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Gobierno del Estado, es la forma en la que se puede afirmar que se trata de un mismo individuo, ya que son como la huella digital en los humanos.

A fin de dar seguimiento al proyecto, representantes de la empresa Huawei, que junto a otras instituciones auspicia el proyecto facilitando el almacenamiento de los datos recabados en su nube tecnológica, efectuaron un recorrido por la Reserva, a la que invitaron a representantes de medios de comunicación nacionales e internacionales que desde el martes llegaron a Yucatán, para participar en el Congreso sobre Tecnología que hoy jueves se realiza en  el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI.

Los visitantes conocieron a detalle el funcionamiento de los equipos y, además, disfrutaron de los atractivos que existen en el lugar como el cenote Elepetén, el ojo de agua o manantial de agua dulce en el mar llamado Ix Buya Há, y Punta Arena, atractivos que se aprovechan para generar recursos para la comunidad.

Con la puesta en marcha de esta iniciativa, que se aplica exclusivamente en Yucatán, se ha logrado, además ayudar al desarrollo del ecoturismo en el puerto beneficiando a sus habitantes que hoy tienen  la oportunidad de obtener un sustento diferente al de la pesca, reducir la tala ilegal de mangle negro, muy apreciado en la construcción de palapas, y la caza furtiva de especies como el venado y el jaleb.

El proyecto Tech4Nature es una alianza entre C Minds, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Secretaría de Desarrollo Sustentable del Estado de Yucatán, que recolecta cada mes la información contenida en tarjetas de memoria, así como Rainforest Connection, que específicamente trabaja con los audios que se envían a la plataforma de Huawei.

En cuanto a las memorias con videos y fotos, estas son procesadas con inteligencia artificial por alumnos de la Universidad Politécnica de Yucatán (UPY) para alimentar diversos algoritmos, con el que se han identificado diferentes especies, explicó la directora de Comunicación y Relaciones Públicas de Huawei México, Samira Herrera, quien detalló que, distribuidas en la Reserva, hay 13 cámaras y 80 audio bots (sensores de monitoreo eco acústicos), colocados estratégicamente.

Al respecto, el biólogo Ramírez Canto comentó que con los datos obtenidos se ha trabajado con otras organizaciones locales para buscar la forma de proveer de un mayor blindaje a la zona donde habitan cocodrilos, murciélagos y diversas variedades de peces que, aprovechando los canales de comunicación con el mar, llegan hasta el manglar para desovar, pero además hay  mamíferos como coatíes, mapaches, zarigüeyas, venados, pecaríes de collar y de labios blancos, que es una especie protegida, y felinos como jaguarundis, ocelotes, tigrillos y jaguares.

“Estamos explorando si se puede convertir esta zona en un área destinada voluntariamente a la conservación, y también si se puede convertir en centro de investigación para que más gente científica pueda acudir a generar datos, y proyectos”, detalló al grupo el representante de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, quien destacó que gracias a las cámaras trampa ha disminuido el tema de la tala ilegal y la cacería furtiva, así como también por la labor de concienciación que se ha hecho a la gente de la comunidad que se ha sumado al proyecto.

Un ejemplo de esto es el trabajo organizado que realizan integrantes de la cooperativa Sayachuleb.

“Nos gusta mucho trabajar con esta cooperativa que está muy bien organizada, y que tiene mucha conciencia respecto del uso de los recursos naturales, además de que ayudan mucho en temas de inspección y vigilancia”, dijo Ramírez Canto, para proseguir con el recorrido en medio de enormes árboles de manglar negro, que rodean un camino de tablones por el que se llega al cenote después de navegar por espacio de unos 20 minutos hacia el oriente, saliendo desde el muelle de pescadores de Dzilam de Bravo.

Cabe destacar que, para no saturar el área del cenote con la presencia de los visitantes y evitar que esto perturbe a las especies que se encuentran en el lugar, se dividió por grupos a los representantes de los distintos medios, de modo que algunos visitaron primero Punta Arena, donde es posible descender de la embarcación y caminar hacia unos columpios que, instalados en medio del mar, son todo un atractivo.

Cerca se encuentran las playas de la Boca del Cerro, también conocida como  Chumuyché, al que en esta ocasión no se pudo accesar, por lo bajo del nivel de las aguas transparentes, pero sí fue posible apreciar la gran variedad de aves como cormoranes y gaviotas que posaban en la playa.

Para finalizar, y de regreso al malecón, los visitantes fueron trasladados a un punto en el mar en el que brota agua dulce que proviene de una corriente subterránea llamado Ix Buya Há, que en maya significa “Laberinto de Agua”, explicó el guía Luis Nadal, quien detalló que del hueco de metro y medio de diámetro salen un promedio de 3 mil 600 litros de agua dulce por minuto.

“En octubre de 2003 ingresó un buzo de National Geographic, se metió y logró avanzar 440 metros buscando la orilla de la playa, pero llegó el momento en el que empezó a quedar estrecho el hueco y ya no pudo seguir avanzando. Dice él que donde llegó vio venas de agua que se cree que son de los cenotes que están tierra adentro y que están conectados”, relató don Luis, quien reforzó lo anterior por el hecho de que en épocas de lluvia, del manantial brotan hasta 5 mil 500 litros de agua dulce por minuto. “Se conoce que se llena el cenote y empieza a desahogar”, resaltó.

Cabe destacar que aunque el proyecto Tech4Nature está presente en otros países, las cámaras trampa y los sensores de monitoreo eco acústicos están solamente en Yucatán.

-Pero -aseguró la directora de Comunicación y Relaciones Públicas de Huawei México, Samira Herrera -puede ser punta de lanza con diferentes gobiernos para preservar los diferentes ecosistemas y para que la tecnología pueda ser ese brazo extensivo del hombre en pro de temas sustentables educativos y de otras índoles.

Texto y fotos: Manuel Pool