Maestros jubilados y pensionados del Instituto Campechano se manifestaron en la entrada principal del plantel para exigir un incremento justo en sus pagos, después de casi seis años sin recibir ajuste alguno en sus pensiones.
Los inconformes, quienes dedicaron décadas al servicio educativo, recordaron que los incrementos salariales no son una dádiva, sino un derecho establecido por ley. Por ello, se apostaron frente a las instalaciones ubicadas en el Centro Histórico de la ciudad, como una forma de exigir respeto a sus años de trabajo.
“Es indignante que, después de todo lo que hemos dado al Instituto y a Campeche, solo nos hayan aumentado uno por ciento, mientras en otras universidades públicas el ajuste fue del cuatro por ciento”, señalaron manifestantes.
Denunciaron que en muchos casos, los ingresos siguen siendo mínimos. Un ejemplo claro es el del personal de intendencia, que apenas recibe dos mil 500 pesos quincenales; con el aumento del uno por ciento, el alza fue de dos pesos.
Además, reclamaron que sus prestaciones laborales siguen rezagadas en comparación con las que se otorgan en otras instituciones de educación superior en el país. “Durante años hemos sido los más castigados, los que menos ganamos y los últimos en recibir mejoras en las condiciones de trabajo”, reprocharon.
Tras la protesta, una comisión de representantes entregó un oficio a la rectora del Instituto, Ilsa Cervera Echeverría, en el que expusieron sus demandas, documento que harán llegar al Congreso del Estado.
Texto y foto: Agencias