Juicios retrasan las adopciones

Debido a las tardanzas en diligencias legales, entre 3 y 5 años, hay 167 niñas, niños y adolescentes en Yucatán que están en espera de ser aceptados por una familia

En Yucatán actualmente hay 167 niñas, niños y adolescentes en espera de ser adoptados, informó la titular de la Procuraduría de la Defensa de Niños, Niñas y Adolescentes de Yucatán (Prodennay), Teresita Anguas Zapata, quien dio a conocer que uno de los principales retos para este proceso en el estado, es la tardanza de los juicios de pérdida de patria potestad, los cuales pueden durar de entre 3 y 5 años.  

Lo anterior, agregó, propicia que las y los menores pasen más tiempo del deseado en los albergues, por lo que sus posibilidades de ser adoptados disminuyen al pasar de los años, y es a los 5 la edad donde se reduce notablemente. 

“No es la adopción lo que tarda mucho, las diligencias de adopción pueden tardar entre 5 u 8 meses, pero el tema del atraso son los juicios de pérdida de patria potestad, ese proceso es el que retrasa”, reiteró la procuradora. 

Indicó que la mayoría de las demandas de adopción es de sexo indistinto, pero lo que marca la pauta es la edad, y es el rango de 0 a 5 años donde se concentra el mayor número de solicitudes. También en el proceso de la adopción las autoridades arman un perfil para conocer las opciones e intereses de los solicitantes, a fin de tener una respuesta más ágil.  

“De igual manera nosotros le preguntamos a los niños en qué tipo de familia les gustaría estar, hay niños que nos han pedido solamente tener mamá, cuando son hermanos, platicamos con ellos cómo les gustaría ser integrados, a veces eligen irse solos con una familia o otras veces piden irse con uno u otro de sus hermanos”, reveló. 

De igual manera recordó que el principal esfuerzo de la Prodennay no es la adopción, sino la integración de los niños que están bajo la tutela del Estado a redes familiares, donde hasta el momento se han logrado integrar más de 450 niños, niñas y adolescentes.  

“El esfuerzo que hace la procuraduría es que se integren a tíos, hermanos, abuelos, y solo sí detectamos que las redes familiares no hay o no son viables entonces comenzamos un juicio de pérdida”, recalcó. 

La funcionaria llamó a los interesados a adoptar a que sean más abiertos en cuanto a lo que buscan, pues esto abona a tener mayores posibilidades en menor tiempo. 

“Los invitamos a que abran sus posibilidades, es decir, que acepten hermanos, sexo indistinto, infancias de más edad, con alguna discapacidad o situación particular, entre más abiertos mayores posibilidades tienen para ser elegidos”, expresó. 

Juicios tardados 

Por su parte, Georgina Ortega Joaquín, fundadora y directora de Fundación AMAR del Sureste, dedicada a la búsqueda de un bienestar integral para las infancias, víctimas de violencia, abuso sexual, y omisión de cuidados, en el acompañamiento y el trabajo que hacen para lograr adopciones, señaló que el proceso de las adopciones en el estado no es sencillo, y no por la Prodennay, sino por el tema de los juzgados que se encargan de los juicios de la perdida de patria potestad. 

“Los juzgados pueden tardar años en resolver los juicios de los niños. Los jueces tienen cero conciencia de que quienes esperan en estos casos son niños, y de que mientras más crecen más difícil es que los tomen en adopción”, anotó.  

Ante esto, Ortega Joaquín exhortó a los jueces en materia familiar, a quienes, aseguró, se ha hecho labor para sensibilizarlos y no ha funcionado, que empaticen y se pongan “las pilas” con las infancias, que por derecho deberían tener prioridad en la resolución de sus juicios. 

“Los casos de los niños deberían ir primero que los casos de los adultos, pero esto no se respeta. Hay casos donde la ley marca que después de dos meses si un niño o una niña está en un albergue y nadie lo ha ido a reclamar, este niño o niña pueda ser dado en adopción y esto no se aplica”, apuntó. 

Señaló que todo lo que la procuraduría avanza y agiliza en tiempos para los procesos de adopción se ven afectados cuando estos llegan a los juzgados, violando el derecho a la familia de las infancias. 

“Y cuando nos dicen que no hay bebés, es cuando decimos que sí los hay, pero el problema es que de aquí a que se termine su juicio, ya crecieron. Por eso cuando un menor está en proceso de su juicio de pérdida de patria potestad, se les solicita a las autoridades que, en lo que se resuelve el juicio, dicte medidas preliminares para que el menor pueda permanecer, durante el tiempo que dure la adopción, en acogimiento familiar, pero los jueces no dan esa medida”, lamentó. 

Recalcó que se tienen más niños que expedientes en proceso de adopción, debido a la idea romántica y las expectativas respecto a las infancias que esperan para ser integrados a una familia. 

“La adopción es un reto, sí de mucho amor, pero tiene que bajar sus expectativas en esperar que los niños sean respetuosos, agradecidos, bien portados, haciendo injusto el proceso para las infancias”, señaló. 

Mencionó que hay que tener en cuenta que muchos de los menores que se encuentran esperando ser adoptados vienen de núcleos familiares de violencia, por lo que muchas ocasiones la replican, por lo que hay que ayudarlos a sanar esas heridas y procesar las tormentas emocionales con las que luchan. 

Sin embargo, aclaró que en Yucatán hay padres adoptivos muy buenos que optan por adoptar a adolescentes, pero todavía son los menos.  

Según datos de la Prodennay, en lo que va de la administración estatal se han realizado 253 adopciones. Será el próximo 2 de mayo cuando se abra la nueva convocatoria para recibir solicitudes de adopciones, por lo que se invita a todos y todas las interesadas en acercarse a la dependencia para resolver sus dudas.  

Texto y fotos: Andrea Segura