Juventud que sueña y hace historia

Mary Carmen Rosado Mota
@mary_rosmot
latribunaesnuestra@gmail.com

¿Qué estaban haciendo a sus 18 años? ¿Qué sueños comenzaban a plantearse? ¿Hasta dónde pensaban que podrían llegar? Han concluido los cuatro Grand Slam del año, habremos de esperar hasta enero para que Australia abra nuevamente sus puertas y comenzar de este modo otro recorrido por los cuatro títulos más importantes del tenis. Sin embargo, mientras esa fecha llega, Emma Raducanu nos ha dado este fin de semana una hazaña para recordar durante todos estos meses.

Moverse en el tenis no es tarea fácil, lejos del aparente glamour que conlleva estar en los primeros sitios del ranking, hay cientos de tenistas que intentan alcanzar un lugar para los diversos torneos que se celebran. La cuestión es clara, si estás fuera de los primeros 60 lugares del ranking mundial tendrás que pasar por fases eliminatorias previo al inicio oficial de los Grand Slam que te de la oportunidad de participar.

Emma Raducanu nació en Canadá en el año 2002, pero al poco tiempo se mudaría con su familia a Londres en Reino Unido, nación que se convertiría en su hogar. Fue a los cinco años que empezó a practicar tenis y sería hasta los trece cuando debutó en un torneo de categoría junior para coronarse campeona.

Tras su paso por algunas competencias de las categorías junior y del circuito profesional senior, este 2021 trajo una nueva aventura para esta joven tenista. En junio debutó de manera oficial en el cuadro principal de un torneo organizado por la WTA, el máximo circuito profesional de tenis para mujeres, y unas semanas después tendría su debut en Wimbledon, su primer Grand Slam; sin embargo, había llegado a ambos torneos por invitación.

Pero, ¿para qué son los sueños? Ubicada en la posición número 150 del ranking mundial, Emma tuvo que pasar por las tres rondas previas para lograr llegar al cuadro principal del US Open, el último Grand Slam del año. Lo logró sin perder un solo set, y así con ese mismo temple y dedicación fue ronda tras ronda del cuadro principal para instalarse en la gran final disputada este fin de semana.

Tanto Emma de 18 años, como su rival, la canadiense, Leylah Fernández, de 19, dieron muestra de que vivimos tiempos de cambios generacionales en el deporte. Pero finalmente fue Emma Raducanu quien se proclamó campeona del abierto de Estados Unidos, logrando algo que ningún hombre o mujer había conseguido antes en el tenis, coronarse en un Grand Slam habiendo disputado las rondas de clasificación. Y además lo hizo sin perder ni un solo set en todos los partidos.

Este lunes ha amanecido en el puesto 23 del ranking y como lo posteó la leyenda del tenis, Martina Navratilova, nunca más tendrá que pasar por las clasificaciones previas. Con toda una carrera por delante, siendo también la tenista más joven en alzar un Grand Slam, Emma Raducanu nos deja claro que los sueños se hicieron para cumplirse.

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