Kukulcán cumple con cita a medias

Sin embargo, el cielo nuboso no fue impedimento para que, por momentos, se apreciara el fenómeno de luz y sombra que atrae a cientos de visitantes a la zona arqueológica de Chichén Itzá; el dios Kin se asoma en el Templo de las Siete Muñecas en Dzibilchaltún

Una enorme nube que se interpuso entre el astro rey y la pirámide de Kukulcán evitó que el dios maya se mostrara ayer en todo su esplendor en Chichén Itzá, pero, pese a ello, quedó marcado el inicio de la primavera y la nueva temporada de cultivos entre los nativos.

Así fue. Kukulcán sólo se vio por unos minutos ante el desaliento de 11 mil visitantes, en uno de los días que más turistas atrae la principal zona arqueológica de la Península.

Hasta las 14:00 horas la expectación era grande, pues el sol estuvo radiante casi todo el día, pero cerca de las 16 horas una nube se propuso poner fin a la expectación para pasar al desaliento.

La gente, con cámara fotográfica en mano y teléfonos celulares, captaba cada rincón de la ciudad maya: el Observatorio, el Cenote Sagrado, el Juego de Pelota… Pero, minutos antes de las 15:00 horas, comenzó a acercarse a la plaza principal para observar la bajada de “La Serpiente Emplumada”. 

Y es que apenas fueron tres minutos en los que se manifestó el dios Kukulcán y muy débil, pues los rayos de Kin apenas se proyectaron en las paredes del Castillo. Eso sí, el fenómeno se apreció fuerte y brillante. 

Eso fue suficiente para que todo haya valido la pena.

“Es hermoso, valió la pena. He estudiado a los mayas y es una cultura que me atrae, me fascina”, dijo Salvador Rodríguez, quien junto a su hermana planearon el viaje desde California. También viajaron su esposa y una amiga de la familia.

“No importa que haya sido unos minutos, pues pasa una vez al algo y estamos agradecidos de haber visto este fenómeno”, agregó don Salvador.

Pese a que las nubes no permitieron ver todo el espectáculo de cómo se va formando la Serpiente Emplumada, este visitante se va conforme.

“Definitivamente, la cultura maya nos ofrece muchas cosas, empezando por las pirámides y es algo que no voy a olvidar”, recalcó.

La pareja formada por Eleana y Fernando, de Argentina, se mostró desalentada por el calor y las nubes, pero eso no fue impedimento para que celebraran el acontecimiento como uno de los más importantes de sus vidas.

“Nos quedó corta la estadía, es preciosa toda la cultura maya”, dijo Eleana, quien agradeció a Kukulcán el poco tiempo que se manifestó.

“Este es un evento único a nivel mundial, solo acá se puede ver un evento así, lástima que no se puede mostrar completo, pero bueno, por lo menos pudimos estar acá”, comentó por su parte Fernando.

“Asomó, por lo menos”, agregó sonriendo su esposa.

De hecho, la pareja adelantó que entre sus planes futuros está volver a Chichén Itzá, pues se quedaron con ganas de ver en su esplendor a Kukulcán en la antigua ciudad prehispánica, ubicada en el municipio de Tinum, en Yucatán.

El equinoccio es un evento astronómico que ocurre dos veces al año, en marzo y en septiembre, y consiste en que la duración del día y la noche es igual en tiempo.

Mientras algunos apreciaban el hecho, otros turistas recorrían el punto conocido como “La Serie Inicial”, uno de los nuevos atractivos del sitio prehispánico maya.

Sol radiante, pero…

El sol se vio majestuoso durante la mayor parte del día y todos los asistentes, incluida la prensa, se quejaba más del calor de que cualquier otra incomodidad.

Incluso el Inah determinó reforzar su cerco de seguridad al pie de la pirámide de El Castillo tras los hechos del jueves, cuando un turista alemán se subió a la pirámide ante los ojos atónitos de todos los asistentes.

El visitante teutón fue detenido por la Guardia Nacional, pero mientras era conducido fuera de la zona arqueológica fue agredido por otros visitantes que sí saben que está prohibido.

También se activaron medidas de seguridad para los turistas que funcionaron cuando fue necesario. Por ejemplo, una persona sufrió desmayo por la zona del Gran Juego de Pelota y hasta allá fue atendida por paramédicos de la Cruz Roja.

“Nos hemos preparado como nunca, porque esperamos más de 10 mil personas partiendo de que el gobernador Joaquín Díaz Mena ordenó que no se cobrara el ingreso a las zonas arqueológicas a todos los yucatecos”, indicó Clemente Escalante Alcocer, director general de Cultur.

De hecho, esa dependencia dio todas las facilidades a los yucatecos, pues se instaló una casilla especial para atender a los visitantes con credencial del estado.

“No importa el municipio, mucha gente tenía la duda, pero el beneficio ordenado por el señor Huacho Díaz es que todos los yucatecos disfruten de sus zonas arqueológicas, pagando solo la parte del INAH”, recalcó el funcionario.

El paso del Sol en Dzibilchaltún

A diferencia de anteayer en el que unas nubes por poco arruinan el momento del paso del sol por el Templo de las Siete Muñecas, ayer fue diferente en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, ya que el fenómeno se notó y fue presenciado por cientos de asistentes.

Este evento arqueoastronómico marca el inicio de la primavera, con lo que demuestra, una vez, la gran precisión que tenían los mayas en sus pirámides.

Los mayas son considerados los “Griegos de América”, ya que fueron excelentes arquitectos y matemáticos.

En esta zona arqueológica el fenómeno se observa en la mañana, esto es, minutos después de las seis de la mañana y una neblina puede opacarla.

Para los mayas, el equinoccio de primavera era un momento mágico que marcaba el inicio de la temporada agrícola. Este acontecimiento astronómico les indicaba cuándo sembrar y cosechar sus cultivos.

Una de las aportaciones de los mayas es un método empleado tradicionalmente por los agricultores, que, basado en la observación de las condiciones atmosféricas en los primeros 12 días de enero, se busca predecir el tiempo.

De esta manera, algunos agricultores estudian los cambios climáticos durante los primeros días de enero para conocer el pronóstico del tiempo durante los 12 meses del año. Por ejemplo, si para el día 10 de enero llueve o hace frío, el mes número 10 (que en este caso corresponde a octubre) se predice que pueda ocurrir un fenómeno similar.

Con base en este tipo de análisis, en el pasado se sabía en qué mes se podía sembrar o realizar otro tipo de actividad.

Para los campesinos es una prioridad llevar la lectura de las cabañuelas porque gracias a este estudio empírico, se puede predecir los meses de lluvias y sequías para sembrar y obtener buena cosecha.

Quienes se valen de este método, deben llevar una bitácora del clima de cada día de enero, anotar las características del cielo, la temperatura, el viento y después relacionar ese día con el mes que le corresponde.

Pero esta tradición se ha ido perdiendo debido a que el cambio climático que ha vivido el mundo en las últimas décadas, ha modificado sus resultados.

Alrededor de 300 personas asistieron desde temprana hora a Dzibilchaltún para observar el fenómeno de luz y sombra en el Templo de las Muñecas. Fue común ver a algunos visitantes ataviados de blanco, quienes aseguran que era para cargarse de energía del lugar durante el equinoccio.

Hay quienes se apoyaron de binoculares, cámaras fotográficas y de video, así como celulares para apreciar mejor el fenómeno.

Texto: Esteban Cruz Obando/Darwin Ail

Fotos: Nelson Cruz Peralta/ D. Ail