La COP 27

Salvador Castell-González

Por fin han terminado las negociaciones de la conferencia de las partes No 27. Esta serie de reuniones internacionales son claves para la lucha contra el cambio climático principalmente en las acciones colectivas y el financiamiento de los países poderosos hacia los países menos poderosos para poder realizar acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.

Esta cumbre en particular llama la atención por la manera como terminan ocurriendo las cosas. Mientras cientos de representantes llegan en sus vuelos privados a la ciudad de Sharm el Seij, en Egipto, gran cantidad de reclamos de los ciudadanos ya que al igual que el mundial, Egipto y Qatar son altamente criticados por ser países donde los derechos humanos son temas sensibles.

De lo rescatable en la COP 27 es que se le dio su lugar a los “actores reales” que están accionando por el clima en el mundo, tema que llama la atención que, dentro de los mismos resultados reportados, las acciones emanadas desde las ciudadanías los recursos económicos rinden mejor que cuando son acciones implementadas por los gobiernos, al parecer se seguirá la tendencia del Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano para el Desarrollo de financiar empresas y organizaciones.

Otro de las propuestas que llama la atención es el aumentar las aportaciones nacionales del 22% al 30%, es decir, que la reducción real de las emisiones de Dióxido de Carbono, principal gas de efecto invernadero reduzca de aquí al 2030 un 30% real. Esta propuesta emano desde la figura de la Secretaria María Luisa Albores, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de México. Incluso se manifestó que la intención del gobierno mexicano es reducir un 51% las aportaciones nacionales. Esta propuesta, aunque muy ambiciosa se recibió de una manera muy dividida, argumentando la dificultad de lo mismo y la falta de acciones actuales. Por otro lado, esto podría ser el inicio de la implementación del Programa Especial de Cambio Climático 2021-2024 que se anunció el año pasado. Esto de ser cierto, es una excelente noticia.

Finalmente, después de dos semanas de negociaciones y presión internacional para que las partes responsables del calentamiento global tomen algo de responsabilidad la última gran aportación de esta COP27 por lo cual quizá valió la pena realizarla. Se reconoce la falta de acción por parte de las Partes y se decide establecer un fondo para recuperar el impacto causado. Esto es una noticia fabulosa, si es que se realiza, pero recordemos que en la COP26 se estaba buscando el financiamiento prometido para las acciones climáticas y hoy en la COP27 las aportaciones siguen siendo muy pobres en relación con lo acordado.

Creo el único ejercicio que nos falta realizar es ver si el dinero que se gasta para poder hacer estas grandes reuniones no es superior a los compromisos reales acordados, quizá sea más oportuno el comenzar a hacer reuniones virtuales y ahorrarnos esos recursos y esas emisiones de carbono.