La Filey, faro de conocimiento para todas las edades

Después de presentar su libro “Tsikbalo’ob yaan ichil u sáastun Arux” (Relatos en el sáastun del Arux) en la Universidad de Wisconsin en los Estados Unidos, este martes  la edición 2024 de la Filey recibió al promotor de la cultura maya y coordinador del Colectivo Xooc Kim, Bernardo Caamal Itzá, quien en este marco denunció discriminación y la falta de espacios de expresión para los mayas rutinarios.

“Esta situación se refleja en cosas tan simples como el hecho de que al hacer una presentación en México no permiten que hables maya”, dijo el famoso “Arux”, quien lamentó que los espacios sean para quienes conocen la cultura maya pero a través de los textos, y que no han vivido la experiencia de levantarse desde abajo.

“No es fácil salir del fango donde académicamente se encuentran los mayas, por qué no llegan hasta ellos los maestros, porque no tienen computadoras, se encuentran en desventaja porque no tienen los elementos para competir con las personas urbanas, entonces hay que luchar para conseguirlo, y cuando lo logras todavía te marginan”, explicó.

Durante su intervención, Caamal Itzá deleitó al público con relatos de su infancia, cuando a los cinco años acudía a la escuela acompañado de sus primas, caminando largos trechos en una vereda en medio del monte, en los que en alguna ocasión tuvo que correr para evitar ser alcanzado por una víbora de cascabel, y cuando de la mano de su tía, comenzó a recibir sus primeras enseñanzas respecto a la relación que tienen, por ejemplo, la floración de algunos árboles con la llegada de las lluvias o en su caso con sequía.

La tía Ricarda le compartió desde muy pequeño conocimientos heredados en temas como la observación de las estrellas relacionándola con los ciclos productivos de la milpa, despertando de esta manera en aquel niño  el deseo de conocer más y ampliar sus horizontes llevándolo a cursar sus estudios y graduarse como ingeniero agrónomo en Chapingo, esto después de pasar muchas dificultades, ya que entonces no había becas ni facilidades para lograrlo.

También, recordó su paso por la radio cultural,  en la XE-PET de su natal Peto, donde nació el sobrenombre del Arux K’at, o duende de barro, un personaje mitológico que en el programa, jugando le compartía a los niños los conocimientos que recababa de la experiencia de los adultos mayores que se comunicaban al programa para dar respuesta a los planteamientos que en el se hacían, por ejemplo sobre cuestiones ceremoniales y el manejo de la semilla y de la Tierra.

LA FILEY, FARO DE CONOCIMIENTO PARA TODAS LAS EDADES

En el tercer día de actividades de la edición 2024 de la Filey, niños niñas y adolescentes disfrutaron de un espectáculo musical en el que a través de títeres y marionetas y otras técnicas de animación, conocieron la historia de personajes de leyendas mexicanas como él perro xoloitzcuintle, que era un perro común y corriente.

En una ocasión, este perro ayudó a sacar a su familia de un incendio,  jalándolos con todas sus fuerzas para llevarlos al inframundo, evitando de esta manera que sus almas se quedaran de este lado sin disfrutar del descanso eterno.

Xolotl, el dios del Mictlán, qué es la manera como los aztecas conocían el inframundo, quedó conmovido por la forma en la que el perrito se sacrificó para ayudar, terminando con el pelo quemado y la piel carbonizada, le concedió una habilidad especial, regresar del inframundo para guiar a las almas.

“Conocedores de esta situación, los Aztecas se dedicaron a criar a los xoloitzcuintles, para qué cuando les llegara el momento de partir cumpliera con su función”, explicó Frank Ibáñez, mientras que su compañera Lilú Herrera, se preparaba para presentar a la Bikina, otra leyenda del folclor mexicano y famosa por la canción.

Se dice que la Bikina era una mujer huérfana que se enamoró de un comandante, que le  correspondía pero que lamentablemente tuvo que ir a la guerra y nunca regresó. Ella pasó toda su vida esperando y a pesar de que tuvo muchos pretendientes, nunca se interesó en nadie más.

El espectáculo denominado “Tradiciones y Leyendas de México y mi Ciudad”, que corrió a cargo del grupo cultural Jhofer, concluyó con una hermosa narración sobre la creación del colibrí, que termina siendo una invitación para tomar de los libros sus conocimientos, como está pequeña avecilla toma el néctar de las flores.

LA TESIS DOCTORAL DEL DR. VADO LUGO

Otro de los libros que se presentó en este marco fue el relacionado con la tesis doctoral   en la Universidad de París en 1832, del Dr Ignacio Vado y Lugo,  a cargo del Dr. Manuel Antonio Baeza Bacab, quien dio detalles de la llegada a Yucatán de este médico nacido en Guatemala, y quién fue fundador de la cátedra de medicina en Yucatán un año después.

A lo largo de la charla se comentó que fue en 1909 cuando por encargo del doctor Juan Miró,  Carlos Casares Pérez, quien era estudiante en la misma universidad en la que estudió el doctor Vado Lugo, realizó la traducción de la tesis, qué es una disertación sobre el bocio, es decir del crecimiento anormal de la glándula tiroides.

El doctor Baeza explicó que dicha enfermedad que en la actualidad se previene con el consumo de sal yodatada, afectó a Guatemala, país natal de quien fuera fundador e iniciador de la enseñanza de la medicina y la cirugía en Yucatán, y de quién lamentablemente no existe imagen alguna, ni tampoco algún homenaje formal en la actual Facultad de Medicina. 

“Ni siquiera lleva su nombre la biblioteca que desapareció al integrarse a la del Campus de ciencias de la salud”, apuntó.

Texto y fotos: Manuel Pool