La gentrificación sí afecta a Mérida

La demanda de propiedades por parte extranjeros sigue fuerte, a pesar de la desaceleración nacional

A pesar de la desaceleración económica nacional, el mercado inmobiliario en Mérida mantiene su atractivo entre los extranjeros. Según Nicole Álvarez Schiefen y Jaime González Duarte, especialistas en el ramo, el 70% de los compradores de propiedades en la capital yucateca es estadounidense, seguido por canadienses en un 20 por ciento, además de europeos y sudamericanos.

La demanda de propiedades en Mérida es alta, especialmente en el Centro Histórico, donde las casas restauradas pueden alcanzar precios de entre 12 y 15 millones de pesos. Los especialistas destacan que la restauración interior es un atractivo especial para el mercado inmobiliario en Mérida.

Sin embargo, la gentrificación es un fenómeno que está afectando a la ciudad. La predominancia de comercios y propiedades dedicadas a la renta por plataforma está desplazando a los residentes locales, quienes, debido a los altos precios que se les ofrecen, optan por vender. 

“Esto está encareciendo la zona y haciendo que sea difícil para los locales adquirir propiedades, como en la actualidad ocurre en el norte de Quintana Roo, donde prácticamente es imposible tener una propiedad”, dijo Álvarez Schiefen, quien es la actual presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (Ampi) en Playa del Carmen, Quintana Roo.

En este sentido, sostuvo que la gentrificación ha significado el desplazamiento de comunidades originarias, un problema difícil de resolver, dado que la ley no impide a los extranjeros adquirir, mediante fideicomisos, en el territorio nacional. 

La gentrificación no solamente encarece el precio de los predios, sino también el de los servicios, lo que termina afectando hasta los locales; por eso recalcan que se trabaja con quienes pretenden comprar un predio en zonas para que lo vivan, y que generen comunidad interactuando con los locales y teniendo muy claro que es lo que por ley pueden o no realizar.

“Esto aplica especialmente en el tema de playas donde, por ignorancia o falta de preparación del asesor inmobiliario, adquieren propiedades los extranjeros pensando que les corresponde cerrar el paso a los locales”, señaló Álvarez Schiefen, quien es miembro activo de la National Association of Reltors (NAR).

En este sentido, se mencionó que han detectado en el mercado inmobiliario local problemas de desinformación, falta de profesionalismo y riesgos tanto para propietarios como para clientes.

Por ello, los especialistas coinciden en que es necesario poner las cartas sobre la mesa al momento de hacer una venta a extranjeros sobre la normativa que aplica, a fin de respetar la ley y no meterse en conflictos con los locales.

Por su parte, González Duarte, ex presidente de la Ampi en Playa del Carmen, reconoció que dueños de bienes inmuebles a punto de derrumbarse o abandonados del Centro Histórico de Mérida prefieren invertir en nuevos desarrollos inmobiliarios en zonas de mayor plusvalía de la ciudad, ya que les resulta más rentable que remodelar casas del primer cuadro de la ciudad.

Debido a estas razones se observa un dinamismo en el mercado inmobiliario de la zona  norte de Mérida, específicamente en los rumbos de  Cholul y Temozón, con precios arriba de los promedios que han orillado al desplazamiento de familias y comunidades.

“Son casas, muchas de ellas remodeladas y construidas de dos a tres recámaras totalmente amuebladas, que cuentan con alberca y decorados integrales que han alcanzado valores de 6 o 7millones de pesos”, informaron. 

Los especialistas destacaron la importancia de la transparencia y la ética en el mercado inmobiliario, y comentaron que, para promover la generación de comunidad y evitar la especulación, han creado un directorio de servicios que conecta a los extranjeros con profesionales que se comprometen a no subir los precios y a ofrecer servicios de calidad.

Además, se ofrece capacitación a los agentes inmobiliarios para que puedan desempeñar mejor su labor y se les pide que no inflen los precios de las propiedades.

También se ofrece apoyo a los desarrolladores para que puedan desplazar los inventarios rezagados, que en zonas como Temozón Norte es de hasta 14 años.

“Si esto no se realiza y hay un estancamiento viene una sobreoferta y los precios se desplomarán y eso no conviene a nadie”, recalcaron.

En la rueda de prensa también se habló de un fenómeno que se está observando recientemente y que consiste en que familias de latinos en Estados Unidos están buscando propiedades en Mérida, y en otras ciudades para venir a radicar, esto derivado de las políticas migratorias que en la actualidad se aplican por la administración del presidente de dicho país, Donald Trump.

Texto y fotos: Manuel Pool