TICUL.- La Urbe Zapatera, como se le conoce al municipio de Ticul, reportó que las ventas de calzado aún no se recuperar después de la pandemia del Covid 19, porque no sólo el arribo de autobuses y turistas ha disminuido en la ciudad, sino que tampoco tienen estrategias de mercado o redes de comercialización para sus productos.
En Ticul es posible encontrar fábricas de calzado en las principales calles del municipio, debido a que un gran porcentaje de sus habitantes, se habla hasta de un 60 por ciento, está relacionado con esta labor.
Por ese motivo, en varios rumbos de la población hay dispersos numerosos talleres de distintos tamaños dedicados a la elaboración de zapatos, principalmente para dama.
Antes de la pandemia, los zapateros aseguran que era común que arriben autobuses que traían compradores, lo cual generaba una importante derrama económica para los diferentes comercios.
Los entrevistados señalaron que los compradores acudían a Ticul para adquirir calzado de dama para venderlos, posteriormente, en diferentes estados de la República cómo Tabasco, Veracruz, Chiapas, Quintana Roo, entre otros.
Varios zapateros entrevistados comentaron que no tienen o carecen de apoyo por parte de las instancias municipales, por tanto, ellos deben crear sus propias estrategias para mover el calzado a otros estados del país.
Indicaron que movilizan sus productos en sus vehículos, lo cual representa un riesgo por los índices de inseguridad en algunas carreteras.
Señalaron que mediante sus vehículos, trasladan sus productos hasta Veracruz, Tabasco o Chiapas, donde existen reportes de asaltos a las unidades que transportan el calzado de un estado a otro.
Las decenas de fábricas de calzado generan una importante fuente de empleo, sin embargo, para mantener estos empleos, los dueños están localizando nuevas estrategias para desplazar y comercializar sus productos dentro y fuera de la entidad.
Texto y foto: Bernardino Paz
