La ONU pide no mandar a Hungría asilados, por su agresiva política migratoria

MADRID.-  La ONU, seriamente preocupada por la agresiva política migratoria de Hungría, ha pedido a los estados miembros de la UE que no envíen de vuelta allí a ningún solicitante de asilo. Hungría, advierte, ya no es un país seguro para los refugiados. Desde el pasado 28 de marzo, cuando entró en vigor una nueva regulación, las autoridades húngaras detienen de manera sistemática a todo aquel que entre de forma irregular en el país y no pueda ser automáticamente expulsado. Y esto incluye a los demandantes de asilo, que son encerrados en la frontera en centros de detención construidos con contenedores de transporte, y que deben permanecer en estos penosos lugares, rodeados de vallas de alambre, todo el tiempo que dura su procedimiento de asilo.

El Alto Comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, pidió ayer a los países de la Unión Europea que suspendan temporalmente con Hungría el llamado mecanismo de Dublín —basado en los acuerdos firmados en la capital irlandesa en 1990—, que permite a los Estados miembros retornar refugiados al primer país seguro al que llegaron en su camino a Europa. Pero debido a las detenciones sistemáticas, Hungría ya no debería ser considerado como seguro para los demandantes de asilo. A través del mecanismo de Dublín, 513 personas fueron enviadas a Hungría —de cerca de 26 mil 700 solicitudes de retorno presentadas por los países europeos a las autoridades húngaras—, según datos del Comité Helsinki, una organización húngara de derechos humanos especializada en asistencia jurídica a refugiados. La situación en Hungría, donde el Gobierno del primer ministro Víktor Orbán mantiene una agresiva política migratoria, preocupa seriamente a la ONU desde hace tiempo. Y no sólo por el tono del discurso xenófobo de Orbán, que describe a los inmigrantes y refugiados como una amenaza para el país y que ha llegado a decir que son el “caballo de Troya para el terrorismo”, sino por sus malos tratos a los mismos.

El País

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