Hoy el Congreso da un gran paso en su búsqueda de acabar, o al menos aminorar la violencia contra las mujeres, esto al incluir el ciberacoso y las agresiones digitales al grado de delito.
Este es un paso importante, porque Yucatán (y me atrevo a decir que todo México) está rezagado en lo que se refiere a la impartición de justicia derivadas en delitos de índole cibernéticos.
El mundo y la sociedad avanzan a la par de los adelantos y descubrimientos tecnológicos, pero México no lo hace al mismo ritmo y eso, junto a una alarmante falta de educación y de valores que vive nuestro país, nos lleva a leer y a escuchar todos los días de personas que son agredidas en su intimidad por gente sin escrúpulos.
Es hora de que como sociedad maduremos hacía una cultura del respeto, y se recupere, en el caso de los caballeros, la galantería y caballerosidad de antaño. Tiene que volver a aprender que a la mujer se le respeta siempre y en todo momento, no sólo por ser mujer, sino porque es un ser humano.
En pocas palabras, el visibilizar esta forma de acoso como delito es un gran paso, pero las cosas de poco cambiarán hasta que nos convirtamos en una sociedad con educación y valores.
Todo fuera de eso serán buenos esfuerzos, pero insuficientes.
