La unión ancestral con lo moderno

Hagamos un monumento digno para Jacinto Canek, comentó el escultor Jesús Peraza Menéndez, quien esta noche inaugura la exposición “Los sueños, interpretación de la piedra” en la Galería Santana.

Sin pelos en la lengua, el artista opinó que la escultura en honor al líder maya, que se ubica en la avenida Jacinto Canek, no es algo digno como “El sacrificio”, de Fernando Castro Pacheco, que está disponible en el Salón de la Historia en el Palacio de Gobierno.

La exposición también es un homenaje a los mayas antiguos. “Siempre lo antiguo con lo nuevo se toca, pero no como reproducción o replica. Debe ser como creación o innovación. Lo que ya está hecho, ¿para qué lo repetimos? ¿Quién quiere más Mona Lisa o Sueños, de Dalí? Además, somos dueños de una riqueza cultural”, dijo.

Las obras están elaboradas de la piedra tock, un material que emerge de las profundidades del mar, producto del meteorito que colisionó en Chicxulub Puerto.

Para el entrevistado, las piedras sientes, pues un golpe mal dado desbarata la obra. “Tienes que saber por dónde darle”, precisó.

Las esculturas, mencionó, están más “cerca” a la realidad por sus formas. “Como diría Umberto Eco: ‘El asunto de un mensaje es quien lo ve tiene un gran esfuerzo para revelarlo o que lo escribe ya se lo da digerido’. Cuando ya se le da digerido es una obra cerrado, y cuando no es así y quien la observa tiene que interpretarla es una obra abierta”, precisó el entrevistado.

Lo anterior mencionado pudiera ser una descripción de lo que sucede en la presente generación, situación que Peraza Menéndez atribuyó a una ruptura con el conocimiento, situación que se agravó con las redes sociales porque el lenguaje se socializó y dio paso a nuevas formas de expresión que escandalizó a las academias.

También denunció la crisis entre el espectáculo y la falta de un placer de largo alcance. “La obra de arte es un placer existencial de largo alcance. Nunca terminas de dialogar ni de revelarla, cada vez encuentras otras perspectivas”.

Visiblemente animado, el escultor comentó que la fase que más disfruta es el proceso creativo que la inauguración de la exposición. “Muchos de los vienen lo hacer para conocer; otros, lo veo en la cara que les gusta. Eso ya es una satisfacción”, abundó.

“Pieles de la memoria”

Por su parte, el pintor Javier Ampudia presenta la exposición pictórica “Pieles de la memoria”, que comprende seis obras de estilo hiperrealista, hace la apología de la piel del hombre como si fuera un papel.

–La piel con el paso de los años tiene cambios, se agregan las marcas y huellas del tiempo. En cierta medida, lo que hago es homenajear la propia vida –abundó.

Ampudia plasmó con los colores pardos y ocres la añoranza, como buen soliloquio “uno mismo trata de reflexionar para encontrar soluciones de los problemas que existen en todos los países del mundo”.

De niño, el artista jugaba mucho con el papel, realizaba figuras que con el paso del tiempo se deterioraban como la piel. “Mi obra es muy intimista, no tan social. Pero, todo individuo que esté insertado en una sociedad todo incide sobre él”, comentó.

El artista plástico, oriundo del Pinar del Río, Cuba, mencionó entre sus influencias a Fidel Ponce de León, Pedro Pablo Oliva y Juan Suárez.  Los países que ha visitado fueron México y Venezuela, donde recibieron el cariño de la gente y dejó un pedacito de él en ambas naciones.

Al preguntarle cuál fue la pintura que más tiempo le costó realizar,  comentó que es complicado de decir porque cada una vivió su momento. “Ellas tienen sus propias energías y misterios”, comentó.- Irbin Flores P.

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