Llega el Circo de los Tormentos a Mérida

El aire olía a misterio y adrenalina cuando las luces se apagaron y dio inicio el espectáculo del Circo de los Tormentos. Entre sombras danzaban máscaras sin rostro, acróbatas envueltos en penumbra y risas que se confundían con alaridos.

Cada acto parecía una invocación, un ritual de asombro y miedo que mantenía al público al borde del asiento. Una escena catalogada con clasificación “B”.

Después de dos años de ausencia, el llamado circo del pánico regresó a Mérida para envolver al público yucateco en una experiencia de espanto y fascinación, una mezcla de terror y alegría.

Como si el mismísimo infierno hubiese abierto su telón, la primera aparición fue la de una diabla, envuelta en humo y sombras rojas. Su mirada encendió la angustia entre los presentes.

El payaso diabólico, maestro de ceremonias, guiaba la función con carcajadas que helaban la sangre, su voz serpenteando entre el público como un presagio.

En medio del espanto apareció un granjero encadenado, arrastrado hasta el escenario por figuras encapuchadas. El público contuvo el aliento al verlo colgado entre luces parpadeantes, hasta que, en un giro inesperado, rompió sus ataduras y escapó, arrancando un grito colectivo.

El circo se encuentra instalado a un costado del centro comercial City Center, y presenta funciones de lunes a viernes a las 20:30 horas; mientras que sábado y domingos, a las 18:30 y 20:30 horas. El costo de ingreso va desde los 200 hasta los 2 mil 500 pesos.

Texto y foto: A. Ruvalcaba