Los retratos de Pablo Picasso (1881-1973) revelan la prolífica y multifacética carrera del artista que pintó a su círculo más cercano: amigos, esposas, amantes e hijos.
Picasso no hacía retratos por encargo. El genio representaba a la gente de su círculo más íntimo, por lo que disfrutó de total libertad como retratista y pudo trabajar de diferentes formas y con estilos muy distintos. Así, los retratos más formales coexisten con caricaturas ingeniosas y los dibujos clásicos con pinturas expresivas creadas a partir de su memoria, que reflejan su comprensión de la identidad y el carácter del retratado. La muestra presenta obras maestras, pero también las menos conocidas como las caricaturas de Picasso, que sirvieron de punto de partida para retratos futuros con tintes caricaturescos, distorsionados, infantiles, y picarescos. Reunirá 75 obras de todas las fases de la carrera del pintor español.
Esta es la primera gran exposición dedicada a sus retratos desde Picasso y el retrato que el MoMA de Nueva York y el Grand Palais de París le dedicaron en 1996. Para Bernardo Laniado-Romero, director del Museu Picasso, la elección de estos retratos mostrará un “Picasso diferente” en el que el humor es un elemento clave.-Expasión