Llegando al hueso

Por Carlos Hornelas

En aras de erradicar la corrupción, el gobierno federal ha iniciado una serie de recortes en diversas instituciones que las ponen al borde de la desaparición. Uno se pregunta, al ver los resultados, si acaso han errado en su estrategia y en lugar de cortar “grasa”, es decir gastos superfluos, no han llegado al “hueso”, o sea, reducir tanto el presupuesto que pongan en riesgo su simple operatividad.

Para la Conade, por ejemplo, su titular Ana Gabriela Guevara ha advertido ante los medios de comunicación que dicha dependencia carecerá de los recursos indispensables para pagar la energía eléctrica en agosto de este año. Mucho menos para continuar con los programas sustanciales que tiene como misión.

En el caso del Instituto Mexicano de la Radio, Imer, había comenzado una intentona por despedir tal cantidad del personal, que prácticamente se tendría que haber cerrado tres estaciones. Con la renuncia de Ricardo Raphael, se difundió la crítica situación del medio público a través del hashtag #IMER_SOS, que se hizo tendencia a nivel nacional y consiguieron rescatar, al menos por ahora, a dicha institución.

En el sector salud, las cosas empeoran con los recortes, los despidos y el desabasto de medicamentos. La decisión de modificar la Ley de la Administración Pública Federal para centralizar las compras, por una parte y por otra, para acabar con el monopolio de la distribución de medicamentos nunca se planteó los mecanismos alternativos para cumplir con estas tareas, pensando, ingenuamente, que tal vez el Estado tendría la posibilidad de hacerlo con sus propios recursos. Apenas en estos días se anunció que el Instituto Nacional de Cancerología se había quedado sin recursos para operar el programa nacional de prevención y atención de cáncer de mama, por cierto, indiscutiblemente el primer lugar de causa de muerte en mujeres mayores de 25 años en el país.

Los recortes en Conacyt han inspirado a 3,190 investigadores a firmar una carta dirigida al presidente, así como a los titulares de Hacienda y la dirección del consejo para advertir que si se continúa con esta política se pone en riesgo la viabilidad de la mayoría de los centros de investigación en el país, la formación de recursos humanos especializados, el desarrollo e innovación tecnológica y la generación de conocimiento.

La Guardia Nacional, que recién inicia operaciones ha desplegado elementos a los cuales les hace falta uniformes nuevos, armamento y, por si fuera poco, en algunos casos hasta las mínimas condiciones de decoro para realizar su labor. Ha trascendido que debido a la falta de viáticos y de instalaciones exprofeso para sus labores, algunos de ellos, duermen en el piso. Ante el señalamiento, las autoridades replican que lo que pasa es que se habían acostumbrado a ser “fifís”.

Si todos estos recortes servirán como bolsa para los grandes proyectos que este gobierno se propone como la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya o el Trans-ístmico, entonces vale la pena reflexionar si el sacrificio es proporcional al beneficio que ocurrirá en el futuro, medio o lejano.

Si, por el contrario, esos “ahorros” serán distribuidos sabia y discrecionalmente por el Huey Tlatoani, cabe la sospecha de que sean utilizados para comprar las clientelas, a través de programas asistenciales y que generen las condiciones para que quien tiene la mayoría en el Congreso pueda conservarla a como dé lugar. En todo caso, en uno u otro escenario solamente se exacerba aquello que se quiere combatir: la corrupción.

 

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