Los animales pueden padecer enfermedades mental

Actualmente, muchos yucatecos tienen mascotas, ya que estos animales de compañía no solo aportan beneficios en seguridad, como en el caso de los perros, sino también en la salud.

Sin embargo, la ciencia moderna ha demostrado que muchas especies, especialmente mamíferos y algunas aves, pueden sufrir condiciones similares a las humanas, como ansiedad y comportamientos compulsivos.

La Universidad de Pensilvania aseguró que “los animales absolutamente pueden experimentar enfermedades mentales”. Según sus investigaciones, estos comportamientos suelen ser el resultado de angustia o miedo. Además, los estados emocionales son procesados en regiones cerebrales equivalentes a las humanas, como la amígdala, que es responsable de regular las emociones.

A diferencia de los humanos, los animales no pueden describir lo que sienten, por lo que los trastornos mentales en ellos deben identificarse a través de sus acciones. Perros y gatos, por ejemplo, pueden manifestar ansiedad caminando de un lado a otro, temblando, vomitando compulsivamente o perdiendo pelo.

En el caso de primates en cautiverio, se han documentado comportamientos extremos como la automutilación o la ingesta de sus propios excrementos. Además, conductas destructivas, como destrozar muebles por ansiedad por separación, evidencian el impacto del entorno en el bienestar emocional de los animales.

Expertos señalan que situaciones de trauma, como negligencia o cambios bruscos en el ambiente, pueden provocar respuestas impulsivas en las mascotas, similares a las de los humanos que enfrentan trastornos de ansiedad o estrés postraumático (TEPT). De hecho, alrededor del 10% de los perros militares estadounidenses desplegados en Afganistán han sido diagnosticados clínicamente con este trastorno.

Aunque los animales muestran patrones de comportamiento similares a los humanos, existen diferencias fundamentales en la forma en que experimentan ciertas enfermedades mentales. Por ejemplo, la esquizofrenia, asociada con la mayor complejidad del cerebro humano, parece ser exclusiva de nuestra especie.

Estudios recientes del Hospital Monte Sinaí sugieren que esta condición no ocurre en animales debido a cambios evolutivos en regiones específicas del ADN, ausentes en otras especies.

Asimismo, los animales no tienen la capacidad de experimentar formas complejas de depresión relacionadas con conceptos abstractos o existenciales, lo que marca una clara diferencia entre su salud mental y la de los humanos.

Datos a destacar

El entorno desempeña un papel crucial en el bienestar emocional de los animales. Mascotas con ansiedad por separación pueden desarrollar comportamientos destructivos como reacción al estrés.

Los animales no tienen la capacidad de experimentar formas complejas de depresión relacionadas con conceptos abstractos o existenciales, lo que marca una clara diferencia entre su salud mental y la de los humanos.

Texto y fotos: Darwin Ail