“Son héroes. Románticos. Son los que siempre tienen una sonrisa en el gesto, sobre todo cuando la tarde se torna dura. Son los que entregan el alma. Son los que ponen corazòn y piel en cada faena que viven.
Los toreros que me gustan son puros. Como lo son los niños. Seres de valor y nobleza que acarician sus miedos debajo de un traje de luces. Son matadores de toros. Sensibles, con latido artista. Con cabeza y con saberes.
Son eternos y etéreos y diferentes como mi mago Talavante. O son bravos e inteligentes y con la palabra divina como Juli. Son como Diego Silveti, todo historia y muleta rasgada, todo clase y elegancia.
O son guerreros extremeños como Perera, que siempre lo da todo y más. Son Lama de Gòngora, sevillanía en seda y toreo, bohemia buena. O con el corte del novillero Pablo Aguado, tan firme, tan íntegro, tan artista.
Son José Tomás, estatua de torería y verdad. Y son Adame y su lidia de anhelo y capote. Payo y sus decires. Roca Rey y su valía y su ley. Garrido y su conquista de las arenas. Son toreros. Son de verdad…
Así son los toreros que me gustan… Unos son genios, otros magos, otros Maestros, otros novilleros que comienzan, otros figuras de leyenda. Todos ellos arropados en la belleza de un muletazo y el respeto a cada ruedo.
Dedicado a los toreros
Dedicado especialmente a mis toreros
Dedicado a Luisito
