Lucía regresa a casa con mamá, no es solo una frase; es un grito de auxilio, una súplica sostenida por el dolor, la dignidad y el amor de una madre. Érika Contreras Pérez, madre de Lucía, una niña de seis años, compartió su testimonio ante representantes de medios de comunicación y personas defensoras de derechos humanos, para denunciar públicamente el proceso de violencia vicaria, institucional y legal que ha enfrentado durante los últimos nueve meses en Yucatán.
Érika expuso que su ex pareja, padre de su hija, doctor en derechos humanos y exconsejero de la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán, habría utilizado sus conocimientos jurídicos e influencias para sustraer ilegalmente a Lucía desde agosto de 2024.
Pese a que desde 2019 existía un acuerdo legal en el que ella tenía la custodia, él excedió los tiempos de convivencia establecidos y ocultó a la menor de ella y de las autoridades.
La carpeta de investigación 369/2024 incluye cinco delitos, de los cuales cuatro ya fueron vinculados a proceso. Entre ellos: sustracción de menores, violencia familiar, lesiones físicas y violencia vicaria.
De acuerdo con el relato de Érika, los hechos ocurrieron incluso en presencia de elementos de seguridad estatal, a quienes el agresor habría llamado con antelación, en un acto que ella describe como intimidatorio y premeditado.
Érika recordó también la presunta denuncia falsa que presentó su expareja ante la Fiscalía General del Estado, donde se le acusa de encubrimiento en un supuesto abuso contra su hija.
“La acusación fue fabricada; el señalado nunca fue correctamente identificado ni se permitió que la menor fuera evaluada con protocolos oficiales, lo cual debilitó la validez de dicha denuncia ante varias instancias”, indicó.
Después de nueve meses, Lucía permanece bajo resguardo irregular. Érika sólo puede verla en un centro de convivencia por algunas horas, y señala que ha observado deterioro emocional y físico en su hija.
“Fue instrumentalizada, manipulada emocionalmente, inducida a recordar lo que no vivió y presionada para acusarme”, declaró.
En su testimonio, Érika Contreras se dirige no solo a las autoridades, sino también a los medios de comunicación, a quienes pide ser aliados de la verdad y de la justicia con perspectiva de género e infancia.
Asimismo, hizo un llamado a la sociedad, donde pide que no guarden silencio ante un caso que, afirma, representa a muchas otras mujeres y familias.
“Hoy hablo por mí, pero también por todas las mujeres que han sido separadas injustamente de sus hijas e hijos. Por quienes han sido silenciadas y acusadas mientras luchan por proteger lo más sagrado que tienen”, concluyó.
Texto y foto: Andrea Segura