CARACAS.- El presidente venezolano, Nicolás Maduro, notificó ayer que pedirá al papa Francisco servir de intermediario para detener la violencia desatada por la oposición.
Maduro criticó a los diputados opositores por generar disturbios en las protestas iniciadas el pasado abril, que han dejado 66 muertos. El papa Francisco ha mostrado su disposición a ayudar a retomar los diálogos entre el Gobierno y la oposición.
Las conversaciones fueron suspendidas en diciembre en medio de acusaciones mutuas de incumplimiento de los acuerdos. La oposición responsabiliza a Maduro de la crisis económica que sufre Venezuela.
El presidente de Venezuela pide la mediación del papa Francisco para que la derecha evite usar niños en los actos violentas durante las protestas.
“Estoy enviando una carta al papa Francisco para que nos ayude y sirva de intermediario con la oposición venezolana para que deje de usar niños en manifestaciones violentas, de entrenarlos en grupos terroristas, e incorporarlos a la calle con armas”, ha manifestado Nicolás Maduro, en un acto en Caracas, capital venezolana.
El jefe de Estado ha dicho que enviará una carta “sencilla y humana” para que el máximo jerarca de la Iglesia católica intervenga y llame a los sectores desestabilizadores a cesar las acciones violentas ocurridas en las últimas semanas.
“Los niños tienen que ser para jugar, para ir a clases, para amarlos y protegerlos y siendo jóvenes para darles el apoyo para que crezcan como seres humanos útiles a la Patria”, afirma Maduro.
Asimismo, ha indicado que diputados opositores, sin identificarlos, están involucrados en la captación de jóvenes para generar disturbios en las manifestaciones que la oposición lleva a cabo continuamente desde el 1 de abril y que han dejado hasta el momento 66 muertos y más de un millar de heridos, según la Fiscalía.
El pontífice ha mostrado públicamente su disposición a ayudar a retomar el fracasado diálogo político emprendido el año pasado por el Gobierno y la oposición en Venezuela, pero con “condiciones claras”.
Según monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Francisco considera válidas las condiciones fijadas en diciembre por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, para superar la grave crisis venezolana.
El 6 de enero la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) congeló las conversaciones, tras acusar al Gobierno de no cumplir con lo pactado y, el 26 de enero, ratificó su negativa a retomar las negociaciones, al calificar el proceso como “un capítulo cerrado que no se volverá a abrir”.
Desde abril, la oposición protagoniza marchas violentas, saqueos a establecimientos comerciales y ataques a las fuerzas de seguridad, con el objetivo de derrocar el Gobierno chavista. Asimismo, rechazan la Asamblea Nacional Constituyente impulsada por Maduro y piden adelantar las elecciones presidenciales.
– Agencias