René Emir Buenfil Viera
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Las relaciones basadas en el poder y el control no son siquiera parejas, porque no se basan en la reciprocidad sino en la sumisión de una voluntad por encima de la otra, incluso aunque estemos dentro de una relación de “pareja”, noviazgo o matrimonio, si esto es una lucha constante de a ver de qué cuero salen más correas y quién manda, entonces es una relación más de tipo obediencia, y las relaciones de pareja son un nosotros, son trabajo en equipo, son un encontrarse en el medio para construir acuerdos con comunicación asertiva, y a veces es muy duro darnos cuenta que nos han estado manipulando con mentiras y demás artimañas para que se haga la voluntad de la otra persona, pero es necesario entender que este tipo de condiciones no son saludables mentalmente pues benefician a una persona y perjudican el equilibrio emocional de la otra.
A veces puede ser muy cómodo cederle tu toma de decisiones a la otra porque tú como persona estás cansada, o deprimida, o porque no te importa, o eres muy complaciente y tienes miedo que la persona se vaya, y porque cuando tú le crees tu voluntad a la otra persona no te haces responsable de tomar tus propias decisiones y de asumir las consecuencias de tus actos, y es mejor echarle la culpa a la otra persona que tiene el timón del barco de los fracasos, errores y tropiezos en la relación, claro que la otra persona se está aprovechando de la situación pero tú quizá estás dispuesto (a) a pagar el precio con tal de no pensar ni decidir.
Esta situación puede llegar a ser insostenible, ya sea porque la otra persona se canse de cargar contigo o porque tú quieres hacer valer tu propia voz en una dinámica en la cual ya se acostumbraron a tus silencios y lealtad ciega y poco reflexiva.
El dejarte chantajear por tu pareja para que se haga lo que esa persona quiera, guste y mande puede estar relacionado con tu amor propio, tu autoestima, tu autoconfianza, tu sentido de autoeficacia, tu intuición e incluso tu imagen corporal. Cuando te sientes menos, o cuando idealizas a la otra persona, puedes pensar que es mejor que la otra persona domine en la relación, sin darte cuenta que estás destinando esa relación al fracaso. Claro que ceder es algo que en algunos momentos puede ser sano o necesario en una relación de pareja, pero no cuando tú eres la única persona que lo hace, o por lo menos la mayoría de las veces.
¿Cómo abrir los ojos y darme cuenta que mi pareja me está manipulando?. De entrada, puede ser que en el fondo ya lo sabes sólo estás en negación, pero algo que te puede ayudar es no dar por sentado que lo que te dice la persona es cierto o que es lo mejor o la única opción, cuestionar más y no desarrollar tu capacidad de reflexión te ayudará a darte cuenta del tipo de manipulación que están ejerciendo en tu contra y las devastadoras consecuencias que esto ha tenido para tu salud emocional. El control de tu pareja es una falta de confianza y de respeto a tu persona y a tu inteligencia y a tu capacidad de salir adelante.
