Más de 550,000 israelíes protestan contra reforma

Hoy comienzan los debates para aprobar la primera ley del paquete legislativo que conforma la reforma

Más de 550,000 israelíes salieron ayer de nuevo a las calles de todo el país para protestar contra la reforma judicial que impulsa el Gobierno de Benjamín Netanyahu, antes de que empiece una “semana crucial” para salvar la democracia del país, cuando está previsto que el parlamento pase una de las leyes clave de ese plan.

Unas 220,000 personas se congregaron en la recién bautizada Plaza de la Democracia en Tel Aviv, epicentro de las protestas durante siete meses consecutivos, y más de 100,000 -una cifra récord- lo hicieron en Jerusalén, frente a la Knéset (Parlamento israelí).

Hoy comienzan allí los debates para aprobar la primera ley del paquete legislativo que conforma la reforma, por lo que se trata de “una semana crucial”, “la más importante de la historia de Israel”, aseguró ayer el movimiento de protestas, que reunió además a 45,000 israelíes en Haifa, 30,000 en Netanya, y decenas de miles en otras localidades superando los 550,000 en todo el país, según el recuento de los organizadores.

En Jerusalén, unas 20,000 personas llegaron a pie en una marcha por la autopista 1 que partió hace cuatro días de Tel Aviv, a los que se sumaron ayer decenas de miles más en los alrededores de la Knéset, donde una marea de banderas israelíes gritó al unísono “democracia” e increpó al “dictador Netanyahu”.

“Me uní porque creemos que tenemos que luchar en contra de este cambio de régimen en Israel. Están cambiando las reglas de la democracia”, contó a EFE Ayal Yafe, un piloto de aerolínea residente en Kyriat Gat, que se unió a la marcha en su segundo día cuando pasó cerca de su casa y que ayer llegó a Jerusalén, donde protestó frente a la Knéset, una de las instituciones clave de la democracia israelí.

ACAMPADA FRENTE A LA KNÉSET

Allí, miles de personas planean acampar y dar la batalla mientras el Parlamento debate la ley que elimina la doctrina de la razonabilidad, que permite todavía al Supremo revisar y revocar decisiones y nombramientos gubernamentales en base a si estos son razonables o no, un importante contrapeso democrático para el movimiento de protestas, pero una jurisdicción demasiado amplia según los defensores de la reforma.

Los debates comienzan la tarde del domingo y la votación de la ley previsiblemente ocurrirá el lunes o martes en la Knéset, donde los partidos derechistas, ultranacionalistas y ultraortodoxos de la coalición tienen clara mayoría.

“Como la oposición en el parlamento no puede parar este proceso (porque el gobierno tiene mayoría), los ciudadanos estamos haciendo presión en las calles para tratar de frenar la reforma”, explicó a EFE Nalon, un israelí de origen argentino que llegó hace 35 años a un Israel “muy diferente al de hoy”.

Texto y foto: EFE