Vinimos a hacer el trabajo. Y lo hemos hecho… Involucramos a la sociedad en las decisiones, compartimos los riesgos y los logros, fuimos sinceros y auténticos en nuestras declaraciones y posicionamientos…No rehuimos a los retos ni cerramos los ojos a los problemas. Hemos pasado de la anarquía al consenso y del conflicto a ser motores de colaboración —manifestó el Alcalde Renán Barrera Concha durante el mensaje que dirigió con motivo de su tercer informe de gobierno, en sesión solemne de Cabildo.
Durante el evento realizado en el teatro “José Peón Contreras” ante representantes de cámaras y organismos empresariales, de colegios de profesionales, universidades, cuerpo diplomático, de la Iglesia, de las fuerzas armadas y vecinos de colonias y comisarías, el Concejal manifestó que nadie podrá decir que el gobierno de Renán Barrera Concha falló, que dejó la ciudad destrozada, que fuimos ineficientes o que guardamos silencio cómplice ante los problemas… hemos recuperado nuestra ciudad
—Espero haber servido a todos y que en su mente quede un buen recuerdo de nuestro trabajo —recalcó el Primer Edil cuya intervención fue rubricada en numerosas ocasiones por los aplausos de los presentes—….
—Luchamos para poner al día el reloj —añadió—. En tres años trabajamos para recuperar la ciudad. En este lapso hemos enderezado las finanzas públicas, ordenado el gobierno, asumimos deudas que otros no pagaron, devolvimos la luz a una ciudad que estaba llena de sombras y asomos de inseguridad.
—En tres años hemos trabajado para heredar una ciudad diferente de la que recibimos. Una ciudad con herramientas para salir adelante y aumentar sus niveles de bienestar —dijo—… Mérida está preparada para seguir adelante y perseguir nuevos sueños
—Vinimos a hacer el trabajo, y lo hemos hecho —expresó—. Involucramos a la sociedad en las decisiones, compartimos los riesgos y los logros, fuimos sinceros y auténticos en las declaraciones y posicionamientos…No rehuimos a los retos ni cerramos los ojos a los problemas. Pasamos de la anarquía al consenso y del conflicto a ser motor de colaboración.
Señaló que, en caso dado, tomaría las mismas decisiones, ya que no buscó ganar un concurso de popularidad sino, por el contrario, luchó por escuchar a todos los sectores.
—Mérida está otra vez de pie mirando con fe el horizonte —abundó—. Mérida luce muy bien con los hermosos atavíos de la eficiencia, la dignidad, la libertad. Quienes la gobiernen en lo sucesivo no deben ceñir su pretensión en las políticas de dádiva, en los regalos o el populismo.
—Aunque estamos contentos por el trabajo realizado, somos conscientes de que Mérida no es una obra acabada… Hemos avanzado con celeridad, sin embargo tenemos que aceptar que nuestro municipio merece siempre más —indicó Renán Barrera.
Dijo que a diferencia de lo que sucede en Mérida “hay otros lugares en los que abunda la corrupción, la impunidad, el descaro”.
—¿Cómo creer en el sistema político, en los gobernantes, si vemos en la pantalla del espectáculo acusaciones delicadas de diversos tipos? Así, es comprensible que el ciudadano se pregunte:¿Cómo seguir votando, trabajando, pagando impuestos y confiando en la viabilidad de nuestro país? —abundó.
Agradeció el apoyo de la sociedad civil a la hora de tomar decisiones trascendentes, como cambiar la sede del Carnaval.
—En la medida de que todos hagamos política y ciudadanía, vacunaremos a nuestra sociedad contra el capricho, el autoritarismo y la impunidad —recomendó.
Al referirse a su equipo de trabajo, destacó su profesionalismo, ya que Mérida no merece perder el tiempo en curvas de aprendizaje o en experimentos que no den resultados.
Al referirse a su cargo como presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes y la Conferencia Nacional de Municipios de México, señaló que el poder pone a prueba como persona ya que supone domesticar los intereses privados a los intereses colectivos.
Agradeció a su esposa Diana Castillo Laviada, presente en el evento, por el apoyo que le brindó, y la consideró su “baluarte en esta aventura” ya que estuvo con él “en las buenas y en las malas, en los momentos de cansancio y en algunos de solaz y esparcimiento”.
Se refirió a los triunfos de autoridades emanadas de su partido, el PAN, ya que opinó que Mérida dice elección tras elección que quiere gobernantes serios, responsables, audaces en el diseño de la política pública que sea recordada precisamente por este esfuerzo creativo. —No hay ningún esfuerzo estratégico en dar regalos —precisó—. Nada se crea, ni liderazgos verdaderos, ni mejores sociedades sustentables, ni ciudadanos participativos, usando la pobreza y la marginación como base de una política artificial, incapaz de dar resultados más allá del fugaz instante.
—En el cargo, me sucederá otro alcalde de Acción Nacional, Mauricio Vila Dosal, con lo que se confirma que sabemos gobernar y entregamos buenas cuentas a una ciudad cada vez más libre, más madura, más llena de expectativas y urgencias —abundó—… Entrego a Mauricio la estafeta, la gran responsabilidad, como lo ha decidido la mayoría de los meridanos. Le dejo un gobierno en movimiento y con grandes proyectos preparados en cada una de las áreas, de modo que no se pare ni un segundo el reloj del desarrollo de este municipio…. Confío en su liderazgo, como miles y miles de meridanos y desde aquí le auguramos el mayor de los éxitos en su gestión.
Anunció que se reintegra a la participación política en el PAN desde las bases, ya que la lucha por la democracia no termina nunca.
—No dejo la política, ni ella me deja a mí. Estoy comprometido con mi municipio y con todos aquellos que aspiran a vivir mejor, en una Mérida y un Yucatán más ordenados y generosos —concluyó.
