Meridanos visitan a sus muertos

Ciudadanos, en su mayoría adultos mayores, cumplen con su cita anual y limpian las tumbas de sus seres queridos, llevándoles veladoras y flores, que este año subieron bastante de precio, de acuerdo con los propios vendedores

Después de que miles de personas se volcaron a disfrutar del Paseo de las Ánimas el viernes pasado, ayer sábado nuevamente volvió la tranquilidad y la paz al Cementerio General de Mérida, situación que aprovecharon en su mayoría adultos mayores para cumplir con su cita anual y limpiar las tumbas de sus seres queridos, llevándoles flores y veladoras para de esta manera mantenerse fieles a la tradición, aunque se enfrenten a un considerable aumento de precios.

“Este año subieron bastante los precios de las flores, y eso que no nos han dado los costos que van a tener para los días uno y dos de noviembre, hoy (ayer) nos deben de llegar”, dijo una de las vendedoras ubicadas a la entrada del Cementerio General, quien destaca que están haciendo un esfuerzo por mantener sus precios y evitar que la gente por caro no les compre.

A manera de ejemplo recordó que una docena de gladiolas que antes costaba 40 pesos ahora se cotiza en 70 u 80 pesos, y en este sentido dejó en claro que ellos dependen del precio que les apliquen los distribuidores que les surten.

“Pese a todo la tradición continúa ya que no podemos olvidar a nuestros seres queridos”, dijo la señora Guadalupe Chan de Anda, quien acompañada de su hija Erika, aprovecharon que ayer no hubo aglomeraciones para llegar con el auto lo más cerca posible del lugar en el que reposan los restos de su madre, la señora María Guadalupe de Anda.

“Antes veníamos el día dos, pero con la edad de mi mamá no es posible, porque cierran las calles y hay que caminar mucho, además de que después hay que ir a Xoclán, porque allá está mi papá, dijo Erika, quien recordó que desde niña ha aprendido a poner el altar en casa, donde no puede faltar poner el día primero el mucbilpollo.

Por cierto, doña Lupita nos compartió algunas de las creencias que desde que era una joven escuchaba, y que tienen que ver con el hecho de que en los días uno y dos de noviembre, deben de dejarse abiertas puertas y ventanas para que las Ánimas puedan entrar y dejarles su agua y pan.

También destaca que en estos días la casa debe estar limpia y cuidar que no quede ropa remojada porque serán los difuntos que se pondrán a lavar, cuando ellos solo vienen a visitarnos.

A espaldas de la que fuera la Casa principal de la Ex Hacienda de San Antonio X Coholté, ya están listos los toldos que servirán para que este martes 2 de noviembre el obispo auxiliar de Yucatán, monseñor Pedro de Jesús Mena Díaz, celebre la misa de Todos Santos, día en el que, a las nueve de la mañana, también está programada en el Panteón Florido una misa que estará a cargo del pbro. Candelario Jiménez.

Desafortunadamente, este sábado los visitantes experimentaron problemas con el abasto de agua debido a que según se comentó, se dañó una de las tuberías principales y se suspendió el abasto en todas las llaves del Cementerio General, por lo que no hubo más opción que recurrir al pozo ubicado junto al depósito, para lo cual se contaba con un pequeño cubo atado a una delgada soga, donde se formaron filas para abastecerse del vital líquido.

En el lugar, como antes se mencionó, eran en su mayoría personas de la tercera edad las que se encontraban, y quienes externaron que en esta ocasión no había niños o jóvenes para ayudarles a trasladar el agua.

Lo que sí había eran varias personas dedicadas a pintar las tumbas de sus familiares, como fue el caso del señor Adriano Balam Narváez, quien acompañó su madre, la señora María del Socorro Narváez Guerrero, quien recordó que en el lugar descansan los restos de su abuela, su madre, su hermana y un hijo.

En esta que es una de las áreas más antiguas del Cementerio, hay tumbas que datan de 1917, e inclusive hay un espacio para nichos aún con más antigüedad, con fechas de finales del Siglo XIX.

Este es uno de los principales atractivos de este cementerio que cuenta con mausoleos de exquisita arquitectura, inclusive de estilo Gótico que dan cuenta del poder económico que se tenía en aquellos tiempos de esplendor del cultivo del oro verde, y que también se aprecia con lápidas de mármol de carrara y espectaculares esculturas.

Y antes de retirarnos, sobre la avenida principal y a unos metros de llegar al acceso principal de la calle 81, nos encontramos con una tumba en la que, ataviada con prendas de fúnebres colores, una catrina de tamaño real decora la tumba de la familia Ortega, que en días previos, dando muestra de su gran creatividad, decoró con flores de llamativos colores el lugar.

Debajo de una negra mantilla, la catrina luce una macabra sonrisa y sus ropajes de color gris, al igual que la tumba, contrastan con lo verde de la decoración artificial en la que destaca el amarillo de las flores de cempasúchil.

Sin duda que este detalle es algo que hay que aplaudir y tal vez hasta replicar en un posible concurso, sería un atractivo más para visitar en estos días el Cementerio General que cumple el próximo 3 de noviembre 201 años de existencia.

Texto y fotos: Manuel Pool