México, a derribar el “muro” de Columbus

La Selección Mexicana de Fútbol arranca este viernes su camino en el Hexagonal Final rumbo al Mundial de Rusia 2018 con el reto de vencer (o sacar algún punto) a su similar de Estados Unidos en el Estadio de Columbus, Ohio, una plaza que parece estar maldita para el conjunto azteca en Eliminatoria Mundialista, pues ha perdido los últimos cuatro enfrentamientos celebrados allí contra el equipo de las barras y la estrellas por marcador de 2-0.

Sin embargo, a pesar del panorama adverso que se ha generado desde diversos sectores de la afición y de la prensa nacional, el equipo dirigido por Juan Carlos Osorio tiene los argumentos suficientes para salir triunfante en el presente compromiso.

El tema que puede marcar la pauta del partido es, como en cada partido contra Estados Unidos, el juego aéreo (en contra), donde México sufre históricamente. A pesar de que Osorio no ha querido revelar la alineación, no tiene ciencia saber que necesita poner a los defensas que mejor van por arriba, por ello no sería descabellado ver una línea de tres marcadores en fondo, con Héctor Moreno, Rafael Márquez, Diego Reyes, y por qué no utilizar a Oswaldo Alanís o Carlos Salcedo. Todos ellos son efectivos en esa especialidad, pero la clave estará en la coordinación de las marcas.

Un factor negativo para la defensa mexicana es que ninguno de sus integrantes destaca por velocidad, así que tendrán que apostar por la ubicación y el escalonamiento para no verse perjudicados por la rapidez de Bobby Wood o la potencia de Jozzy Altidore, quienes pintan para ser titulares por Estados Unidos.

El único lateral “nato” del equipo mexicano es Miguel Layún, quien probablemente se moverá por la banda izquierda, así que en derecha se tendrá que habilitar a un defensa central o a un contención debido a la ausencia de Paul Aguilar. Dado que no se tendrá la misma salida por el carril derecho, el medio campo deberá apostar por las cualidades desequilibrantes de Héctor Herrera, Orbelín Pineda y Marco Fabián, dejando a Andrés Guardado o a Jesús Dueñas como los encargados de la recuperación de la pelota, o bien, ser polivalentes y aportar al frente.

En la delantera, los titulares tendrían que ser Oribe Peralta, Giovani Dos Santos y Jesús “Tecatito” Corona, ya que los tres atraviesan por un buen momento de regularidad, colocando a Dos Santos y a Corona en los costados para aportar llegada (lo que también podría hacer Hirving Lozano o Jürgen Damm) para dejar a Peralta como el centro delantero nato que es. “Chicharito” Hernández lleva un rato sin anotar con el Leverkusen, Carlos Vela apenas se está “reencendiendo” y Raúl Jiménez viene saliendo de una lesión, por lo que se antojan como revulsivos.

A Estados Unidos siempre se le debe respetar cuando juega en casa, sin embargo, aunque es el equipo local y tiene la mística de Columbus a su favor, su equipo ya no tiene líderes como Landon Donovan o Clint Dempsey y están construyendo una nueva personalidad, con nombres frescos como el de Christian Pulisic, la joven promesa del Borussia Dortmund.

A pesar de ello, el cuadro estadounidense tiene el potencial para darle a todo México un segundo trago amargo en la semana luego del baño de agua fría que significó la elección de Donald Trump como próximo presidente de Estados Unidos. El Tri tiene ante sí la posibilidad de acabar con una maldición de años, sumar una victoria que le dé confianza para el resto del Hexagonal Final y de apaciguar el malestar de su afición por el desfavorable panorama político que parece aproximarse.

Martín Arias

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